(No) Más Pobres en un País Rico: El Bono Yanapay

I. Contexto macroeconómico y dinámica laboral

Tras experimentar la mayor contracción en la actividad económica en los últimos 30 años debido a la pandemia de la COVID-19, -11.0% en 2020, según el Banco Central de Reserva del Perú (2021) se estima que el PBI registraría un crecimiento de 11.9%, explicado por una recuperación en la inversión privada (crecimiento de 24.5%) y consumo público (9.2%) así como una expansión en las exportaciones (11.9%) y la inversión pública (20.0%). Esta proyección asume vacunación masiva de la población durante el segundo semestre de este año, un ambiente de estabilidad política y social, la recuperación de las expectativas empresariales, impulsos monetarios y fiscales, recuperación de la demanda externa y términos de intercambio altamente favorables.

Para el año 2022 se estima que la tasa de crecimiento económico será 3.4%, con un estancamiento en la inversión privada y una ralentización del consumo privado (4.0%), la inversión pública (4.5%) y las exportaciones (6.4%). Con las proyecciones de crecimiento para el 2021-2022, los niveles de producción regresarían a los registrados pre-pandemia (2019).

En 2020, como consecuencia de la recesión experimentada, la pobreza monetaria se incrementó de 20.2% a 30.1%, lo que implicó un retroceso de 10 años de políticas de lucha contra la pobreza. En este contexto resulta relevante preguntarnos ¿La pobreza regresará a niveles pre-pandemia como consecuencia del “rebote estadístico” que experimentará nuestra economía en el presente año?

Existen indicios que nos llevan a pensar a que no será así, a pesar de ejecutar una serie de intervenciones aisladas en favor de otorgar mayor liquidez a los hogares, como los subsidios monetarios y el retiro de ahorros en las AFP. Para explicar esto analizaremos tres factores: dinámica laboral, inversión privada y vulnerabilidad social.

En primer lugar, en cuanto a la dinámica laboral, según información de la Planilla Electrónica, los puestos formales de empleo aún no se registran tasas de crecimiento positivas a pesar de la expansión en la actividad económica. En julio se contrajeron en -0.4% respecto al mismo mes de 2019. En esa línea, según la Encuesta Permanente de Empleo (EPE) la población ocupada de Lima Metropolitana registró una contracción de 5.8% en agosto respecto al mismo mes de 2019. Así, a agosto 286 mil personas aún se encuentran sin trabajo en comparación a lo alcanzado en el mismo periodo de 2019. Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) los trabajadores informales y los menos calificados son los más afectados por la caída de los salarios, con caídas de -23.4% y -2.6%, en comparación con los trabajadores calificados (-1.6%).

En segundo lugar, si bien la inversión privada experimentó una recuperación importante, ésta es explicada por pocos motores, principalmente por proyectos mineros que ejecutándose previamente como Quellaveco, Mina Justa y ampliación de Toromocho, y en menor medida por el dinamismo de la autoconstrucción, ampliación de la oferta de viviendas y otros proyectos de infraestructura. Sin embargo, la incertidumbre política afecta las decisiones de inversión y contratación. El índice de expectativas de la economía a los tres meses se encuentra en su peor nivel desde el inicio de la pandemia. Además, las firmas planean reducir su personal.

Un tercer aspecto está relacionado con la vulnerabilidad social al cual están expuestos los hogares peruanos. Alrededor del 20% de la población se encuentra por encima de la línea de pobreza, pero por debajo del nivel promedio de gasto per cápita (694.98 soles mensuales por persona) por lo que cualquier shock exógeno sobre sus niveles de ingresos podría regresarlos a la pobreza. Es importante mencionar que este segmento de la población posee características similares con la población pobre, con elevados niveles de informalidad (por encima del 90%), con niveles más altos de viviendas hacinadas (5.7% del total) en comparación con la población no vulnerable a la pobreza, baja tenencia de activos y limitado acceso a servicios básicos (sólo 50.7% accede a agua potable).

II. Respuesta de política económica: Bono Yanapay

Diseño del bono

El bono Yapanay consta de un subsidio monetario individual por un monto de S/ 350 a favor de personas mayores de edad que pertenezcan a hogares cuyos ingresos no superan los S/ 3,000 mensuales de acuerdo con la información disponible de la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras de Fondos de Pensiones (SBS) y la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (SUNAT). Adicionalmente, se realizarán el otorgamiento excepcional de S/ 350 adicionales a los hogares que estuviera conformado por una sola persona mayor de edad y al menos un menor de edad[1].

El costo para el otorgamiento del subsidio monetario individual, así como los gastos de la operatividad de este ascienden a S/ 5,145 millones. Según las características de la población beneficiaria se estima que 14.4 millones de personas reciban este bono.

Para estimar el impacto del bono Yanapay se utilizó la metodología presentada por Lavado, Liendo y Guzmán (2020) y se incorporó el subsidio monetario como una fuente de ingreso adicional a los hogares beneficiarios (ver detalle en el Anexo 1). En particular el análisis consta de tres escenarios:

  • Escenario 1: Proyección de la pobreza considerando sólo el efecto del crecimiento económico
  • Escenario 2: Escenario 1 incorporando el impacto del bono Yanapay
  • Escenario 3: Escenario 3 incorporando una mejor focalización en el bono Yanapay

Para plantear una mejor focalización del bono Yanapay se consideró un escenario en el que se destina un bono que implica el mismo costo fiscal (S/ 5,145 millones) pero se asigna sólo a los hogares pobres. Esto equivale a una transferencia de S/ 1260 a dichos hogares.

De manera alternativa, se planteó un escenario en donde se evalúa cuál sería el impacto de la inflación en la pobreza. Esto es particularmente importante debido al aumento de precios que se ha experimentado en los últimos meses y el haber rebasado la meta inflación planteada por el BCRP. Para ello, se actualizó la línea de pobreza utilizada en la ENAHO (2020) considerando una inflación de 5%, según las estimaciones del Banco Central de Reserva del Perú (2021).

Resultados

Las estimaciones sugieren que, considerando sólo el efecto crecimiento económico, el nivel de pobreza en 2021 se reducirá a 26%, con un intervalo al 95% de confianza entre 24% y 28%. La intervención del bono Yanapay ayudaría a reducir la pobreza en aproximadamente 1 p.p. adicional (IC 95%: entre 0.6 y 1.6pp). Alternativamente, modificando la asignación de este bono enfocándose únicamente en los hogares más pobres, el subsidio tendría el potencial de reducir la pobreza hasta en 3 p.p.

Figura 1. Estimación de la pobreza monetaria (2021)

Fuente: Encuesta Nacional de Hogares (2019-2020)

Elaboración propia

 

Considerando el efecto de la inflación, se tendría que la pobreza se centraría en 29%, con un intervalo de confianza al 95% entre 27% y 31%. Por su parte, el bono Yanapay reduciría en 1 p.p. , y considerando una mejor focalización del subsidio, la pobreza se reduciría en 3 p.p.

Figura 2. Estimación de la pobreza monetaria (2021)

Fuente: Encuesta Nacional de Hogares (2019-2020)

Elaboración propia

 

Este análisis arroja dos preocupaciones con la implementación del bono Yanapay. En primer lugar, la focalización del bono no es la óptima. El carácter cuasi universalidad le hizo perder efectividad para mejorar los niveles de ingreso de la población que se ubica por debajo de la línea de pobreza. Como se muestra en el escenario 3, manteniendo su elevado costo fiscal, se pudo focalizar el bono destinándolo únicamente a la población pobre, logrando reducir el nivel de pobreza en 2 p.p. adicionales, lo que equivale sacar a 651 mil peruanos adicionales de la pobreza. Esto, a su vez, es importante porque no estamos viviendo el mismo contexto del golpe de la pandemia que en el 2020.

La segunda preocupación del bono Yanapay es acerca de su regresividad. El diseño del bono ha hecho que sea regresivo debido a que el bono se destina sólo a las personas mayores de edad, por lo que, en presencia de menores de edad en un hogar, el efecto del bono se diluye. Son los hogares de los deciles más pobres los que concentran una mayor proporción de menores de edad entre mayores de edad. Esto hace que la contribución per cápita del bono sea menor en los hogares más pobres y mayor en los hogares más ricos, a pesar de que los hogares monoparentales reciben 700 soles (la proporción de los hogares monoparentales en los primeros 3 deciles es menos del 15%). Es importante destacar que, mecánicamente, el bono representará un mayor porcentaje de los ingresos en los deciles más pobres (por la base más baja). No obstante, lo que importa para medir su impacto en la pobreza es lo que contribuye el bono para disminuir la brecha de pobreza per cápita dentro del hogar.

Figura 3. Promedio de la contribución del bono Yanapay per cápita (soles) y proporción de menores de edad por mayores de edad por hogar según decil de gasto

Fuente: Encuesta Nacional de Hogares (2020)

Elaboración propia

 

III. Conclusiones y perspectivas

  • La pobreza se situaría este año entre el 25% y el 28%. Hasta 1.6 millones de peruanos estarían saliendo de la pobreza este año; el año pasado entraron cerca de 3.3 millones de personas.
  • No recuperamos todo el retroceso registrado el 2020 a pesar del rebote estadístico, tasa de crecimiento económico de 11.9% en 2021, el impulso externo favorable, el avance de la vacunación, la flexibilización de medidas sanitarias y el inmenso gasto fiscal destinado a los bonos.
  • Hay poca generación de empleo formal y más precarización y desprotección social. Si no hay inversión privada, no hay demanda laboral formal. Si no hay puestos de trabajo formales, la población opta por desempeñarse en el sector informal. A mayor oferta laboral informal, menor salario de mercado informal, y sin protección social. Esto último es tan preocupante como la pobreza pues seguimos generando mayor vulnerabilidad social frente a otro shock adverso inesperado.
  • El bono Yanapay estaría reduciendo la pobreza entre 0.6 y 1.6 pp, un impacto muy parecido al calculado para los bonos universales del año pasado.
  • El diseño del bono Yanapay no consideró la estructura de los hogares y, por lo tanto, sería regresivo (en términos absolutos). En los hogares más pobres hay más menores de edad por cada mayor de edad que en los hogares menos pobres, con lo que el bono per capita promedio en los deciles más pobres es más bajo que en los deciles menos pobres.
  • En resumen, resulta vital conducir políticas económicas con en favor del crecimiento de la inversión y empleo formal con redes de protección social focalizadas, principalmente, en seguridad alimentaria urbana (e.g. redes de comedores, núcleos ejecutores), así como reducir incertidumbre política, con el objetivo de recuperar el terreno perdido como consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
  • Finalmente, el análisis no considera otros factores que podrían estar actuando también en cambios en la pobreza como la provisión de los alimentos de Qaliwarma en los hogares, el probable cambio de la canasta básica como consecuencia de la pandemia, el impacto de la inflación en el consumo de los hogares más pobres y cambios en la inversión privada en los últimos cuatro meses del año.

 

Referencias bibliográficas

Apoyo Consultoría (2021). El Perú del Bicentenario. Desafíos empresariales en un nuevo contexto económico, político y social.

Banco Central de Reserva del Perú (2021). Reporte de inflación: Setiembre 2021. Panorama actual y proyecciones macroeconómicas 2021-2022.

Dang, H.; Huynh, T. y Nguyen, M. (2020). Does the Covid-19 Pandemic Disproportionately Affect the Poor? Evidence from a Six-Country Survey.

Lavado, P. y Liendo, C. (2020). COVID-19, pobreza monetaria y desigualdad. Foro Económico: https://focoeconomico.org/2020/05/29/covid-19-pobreza-monetaria-y-desigualdad/

Loayza, N. (2020). Costs and Trade-Offs in the Fight Against the COVID-19 Pandemic: A Developing Country Perspective.

Schellekens, P. y Sourrouille, D. (2020). COVID-19 Mortality in Rich and Poor Countries: A Tale of Two Pandemics? World Bank Policy Research Working Paper, No 9260.

Sinha, I.; Lee, A.; Bennett, D.; McGeehan, L.; Abrams, E.; Mayell, S.; Harwood, R. (2020). Child poverty, food insecurity, and respiratory health during the COVID-19 pandemic. The Lancet Respiratory Medicine.

 

Anexo metodológico

 

I. Fuentes de información

Se utilizaron dos fuentes de información para la estimación del impacto del bono Yanapay en la pobreza monetaria:

  • Encuesta Permanente de Empleo – EPE (enero a julio 2020 y 2021)
  • Encuesta Nacional de Hogares – ENAHO (4to trimestre de 2020)

 

II. Metodología

Existe evidencia que sugiere que el impacto de la caída/recuperación en la actividad económica será heterogéneo. En particular, la caída en los niveles de ingreso y gasto será mayor en los sectores más vulnerables (e.g. trabajadores independientes en el sector informal, con baja calificación y/o empleados en sectores con baja productividad), pues su nivel de gasto por miembro del hogar está más cerca de la línea de pobreza, por ello, ante cualquier choque externo (i.e. fuera de su ámbito de control), su condición puede cambiar de “no pobre” a “pobre” (Dang et al., 2020; Loayza, 2020; Schellekens y Sourrouille, 2020; Sinha et al., 2020).

En este contexto, y siguiendo la metodología desarrollada por Lavado, Liendo y Guzmán (2020), se delimitaron tres dimensiones que capturan las fuentes de heterogeneidad del impacto en la caída de ingresos.

  • Nivel educativo: primaria incompleta, secundaria incompleta, superior incompleta, superior completa y postgrado[2].
  • Actividad económica: Agricultura y pesca, servicios y comercio, manufactura, construcción y otros, gobierno y defensa nacional[3].
  • Situación laboral: Dependiente e independiente.

Segundo, la variación de los ingresos en 2021 se computó como el promedio simple de la caída mensual en los ingresos en cada uno de los grupos definidos. Para los meses de enero a julio, se utilizó la variación en el ingreso promedio mensual respecto al trimestre móvil octubre-noviembre-diciembre 2020 de la ENAHO. Se tomó esta decisión ya que se observó que la información recopilada entre el segundo y tercer trimestre de la ENAHO, al capturar los shocks negativos y transitorios que ocurrieron en la economía a nivel nacional, presentaban caídas tan grandes que, luego para la proyección, no se alineaban a la evolución de la recuperación de la actividad económica en el 2021. Los indicadores líderes (e.g. demanda por electricidad, crecimiento económico) estaban más alineados a ellos mismos entre el cuarto trimestre 2020 y el año 2021.[4] Para proyectar la caída de los ingresos entre agosto a diciembre, se utilizaron las proyecciones del índice de actividad económica realizado por el Instituto Peruano de Economía (IPE), bajo el supuesto que los ingresos de los hogares seguirán el impacto patrón de recuperación que el índice de actividad económica.

Finalmente, la imputación en la caída de los ingresos se realizó considerando la reducción promedio del ingreso según las características del jefe del hogar. Sea Yi(2020) el ingreso del hogar i en el año 2020 y sea el vector de reducción de ingresos por nivel educativo (e), actividad económica (j) y situación laboral (l) del jefe del hogar i. Entonces, la proyección del ingreso del hogar  será igual a:

En el caso de los hogares cuyo jefe de hogar no esté empleado, y por tanto no posea una actividad económica ni situación laboral definida, se asignará la caída de ingresos correspondiente a su nivel educativo.

En la Tabla Nª 1 se presentan los resultados de la reducción de ingresos en las tres dimensiones definidas.

Tabla Nª 1. Proyecciones utilizadas

(i) Proyección de la tasa de crecimiento económico

Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic Total
Var. Índice de Act. Econ. -0.8% -3.5% 20.0% 59.4% 48.3% 23.5% 12.8% 8.0% 1.0% -2.0% -3.0% -5.0% 11.0%
Var. relativa 100.0% 62.7% 7.8% -15.7% -23.5% -39.2%

 

(ii) Proyección de caída de ingresos por dimensiones

Variación en ingreso promedio (2021-2020) Proyección Total
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic
Actividad económica
Agricultura y pesca -17.5% -68.3% 44.5% -1.5% -63.6% -5.3% 9.9% 6.2% 0.8% -1.6% -2.3% -3.9% -8.5%
Servicios y comercio 0.4% -9.1% 4.3% -2.7% -5.2% 10.7% 18.5% 11.6% 1.5% -2.9% -4.4% -7.3% 1.3%
Manufactura, construcción y otros -4.1% 1.3% 7.1% -5.6% 6.5% 9.3% 8.6% 5.4% 0.7% -1.3% -2.0% -3.4% 1.9%
Gobierno y defensa nacional 6.9% -42.3% -5.9% 1.5% -29.2% 13.9% -5.5% -3.5% -0.4% 0.9% 1.3% 2.2% -5.0%
Nivel educativo
Primaria incompleta -25.4% -23.5% -13.0% -9.5% 15.6% 35.5% 4.3% 2.7% 0.3% -0.7% -1.0% -1.7% -1.4%
Secundaria incompleta 9.3% -4.1% 4.2% 17.4% 8.4% 16.8% 16.8% 10.5% 1.3% -2.6% -3.9% -6.6% 5.6%
Superior incompleta 5.3% -9.2% -2.2% 12.8% -5.3% 13.5% 14.8% 9.3% 1.2% -2.3% -3.5% -5.8% 2.4%
Superior completa y más -2.9% -15.5% 12.6% -3.2% -10.4% 17.0% 15.1% 9.5% 1.2% -2.4% -3.6% -5.9% 1.0%
Situación laboral
Independiente 16.6% -22.5% -5.8% 13.0% -15.4% 11.5% 28.4% 17.8% 2.2% -4.5% -6.7% -11.1% 2.0%
Dependiente -9.7% -5.6% 6.5% -9.3% -0.9% 6.0% 2.4% 1.5% 0.2% -0.4% -0.6% -0.9% -0.9%

 

Fuente: Encuesta Permanente de Empleo (2019-2020) y estimaciones del IPE

Elaboración propia

 

Sobre los valores proyectados de los ingresos, se incorpora el subsidio monetario que implica el bono Yanapay. Con la nueva distribución de ingresos se calculan los nuevos niveles de pobreza monetaria. Parra asegurar la solidez de los resultados presentaron, se realizó bootstrap en la EPE y ENAHO con 300 replicaciones. Este proceso generó una distribución de tasas de pobreza. Los resultados presentados corresponden a los valores promedio de las referidas distribuciones y los intervalos con 95% de confianza. Asimismo, se utilizó el estimador robusto de la varianza de los errores, aplicando la linealización por series de Taylor.

 

[1] En este punto se exceptúan a los beneficiarios del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo a cargo del Ministerio de Educación, del Programa Nacional de Asistencia Solidaria (Pensión 65), del Programa Nacional de Apoyo Directo a los más Pobres (JUNTOS) y del Programa Nacional de Entrega de la Pensión no Contributiva a Personas con Discapacidad Severa en Situación de Pobreza (CONTIGO) a cargo del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS).

[2] La categoría “Superior incompleta” incluye “Superior universitaria incompleta” y “Superior no universitaria incompleta”.

[3] Para la actividad económica agricultura y pesca se consideraron las actividades con CIIU Revisión 4 entre 0111 a 0322, servicios y comercio considera las actividades con CIIU Revisión 4 entre 4510 y 8299, gobierno y defensa nacional considera las actividades con CIIU Revisión 4 entre 8411 y 8430, mientras que manufactura, construcción y otros engloba al resto de actividades no mencionadas previamente.

[4] Se estimó la pobreza usando todo la ENAHO 2020 y se encontraron tasas por encima del 32%, lo cual no estaría alineado con los indicadores de demanda de electricidad y el crecimiento del PBI reportados hasta julio 2021.