Ratings y el futuro de nuestra economía

Luego del interesante debate entre el ministro de Hacienda y los encargados de las agencias que ponen nota a nuestra economía es claro que necesitamos de liderazgos políticos mayúsculos: la economía chilena no tiene hoy un potencial de crecimiento mayor a 3% anual, no se ha diversificado suficientemente -lo que la mantiene muy dependiente del cobre-, y su situación fiscal, aunque nada grave, se ve extremadamente complicada como para volver a ser superavitaria. Por ello es que la caída en el rating (que aún es bueno) será altamente difícil de recuperar.

Qué se requiere hacer: muchas reformas que mejoren el funcionamiento de la economía, pero que difícilmente serían aprobadas si a la vez no forman parte de un conjunto de iniciativas que atiendan lo que son las demandas sociales actuales. Efectivamente, me parece que reformas económicas duras sin respaldo político ciudadano no son viables. Y ese respaldo ciudadano requiere atender demandas conocidas: (a) carencias de la población de la tercera edad en salud, pensiones y cuidados por invalidez y abandono, (b) demandas educacionales en todos los niveles, (c) requerimientos en vivienda social ante un fuerte aumento de campamentos y muchas aspiraciones sociales más, que lejos de tranquilizar al conductor de Hacienda, lo deben tener más que preocupado.

Bajar el déficit fiscal parece ser más que difícil, dado que los crecientes requerimientos sociales demandan más gasto público…

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