Hablando, de forma honesta, se entiende la gente

Rodrigo García-Verdú[2]

En mayo de 2013 el Congreso de la Unión en México aprobó la reforma más importante al sector telecomunicaciones en décadas. Dicha reforma creó al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL) como organismo encargado de regular al sector, en remplazo de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL). A diferencia de su antecesor, el IFETEL tiene autonomía a nivel constitucional y nuevas atribuciones con las cuales no contaba previamente la COFETEL. El alcance pleno de la reforma es difícil de dimensionar ya que aún no han sido presentadas las modificaciones a la legislación secundaria en materia de telecomunicaciones, a pesar del plazo autoimpuesto por el propio Congreso.

Una pregunta importante a la luz de la dicha reforma es si el nivel de penetración de los servicios de telecomunicaciones en México alto o bajo comparado con otros países con un nivel de desarrollo similar. Si el nivel de penetración es ya alto, entonces no deben esperarse grandes avances como consecuencia de la reforma, inclusive si ésta es implementada adecuadamente a través de las reformas a la legislación secundaria.

Al respecto, me gustaría refutar una de las afirmaciones contenidas en el artículo “¿Mejor tarde que mal hecho?”, escrito por Adriaan Ten Kate Sr., publicado el 6 de diciembre de 2013 en el periódico Reforma. En dicho artículo se afirma lo siguiente: “Pero la situación de las telecomunicaciones en México es otra. Contrario a lo que afirma la OCDE, los servicios de telefonía no son caros, e inclusive son más baratos que los promedios de los países miembros. Además, aunque la penetración de los servicios es comparativamente baja, esto se explica por nuestro menor nivel de desarrollo.” Las negritas las añadí yo para destacar la parte de la afirmación que a continuación pretendo desmentir.

Para determinar si la penetración de los servicios de telecomunicaciones en México es baja o no dado su nivel de desarrollo, es necesario analizar la relación en una muestra de países entre una medida del nivel de desarrollo y una medida de penetración de los servicios de telecomunicaciones.

En primera instancia se analiza la relación entre el número de suscripciones a teléfono celular por cada 100 personas[3] y el nivel de ingreso nacional bruto per cápita (INBpc) expresado en dólares constantes de 2005, valuado utilizando el tipo de cambio implícito por la paridad del poder de compra (PPC) para una muestra de 121 países para los cuales se dispone de información. El utilizar esta medida tiene la ventaja de que toma en cuenta las diferencias entre países en el costo de los bienes no comerciables. En ambos casos el valor corresponde al promedio para los años 2011 y 2012, que es el periodo más reciente para el cual se dispone de información.

¿Qué es lo que se encuentra al analizar dicha relación? Lo primero es que existe una relación positiva entre la penetración de la telefonía celular y el nivel del INBpc. Es decir, los países con mayores niveles de INBpc tienen asociado, en promedio, un mayor nivel de penetración de telefonía celular.[4]

¿Dónde se encuentra México relativo a otros países? Con un INB per cápita promedio de cerca de 12 mil dólares americanos y una penetración de cerca de 85 por ciento, México es uno de los países con menor penetración de telefonía celular para su nivel de INBpc (Gráfica 1).

Gráfica 1. Relación entre el número de suscripciones a teléfono celular por cada 100 personas y el nivel de ingreso nacional bruto per cápita (INBpc), promedio 2011-2012

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Fuente: Indicadores del Desarrollo Económico Mundial 2013 (World Development Indicators 2013). Banco Mundial.

Es decir, existen muchos países con un INBpc muy similar al de México pero con una penetración más alta. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, Bielorrusia, con un INBpc de 12,461 dólares y una penetración de 112 por ciento, Bulgaria, con un INBpc de 11,263 dólares y una penetración de 143 por ciento, Costa Rica, con un INBpc de 10,334 dólares y una penetración de 110 por ciento, y Sudáfrica, con un INBpc de 9,406 dólares y una penetración de 131 por ciento.

Visto de otro modo, existen muchos países con una penetración similar a la de México pero con un nivel de INBpc mucho menor. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, Bolivia, con un INBpc de 4,108 dólares y una penetración de 88 por ciento, la Republica Dominicana, con un INBpc de 8,150 dólares y una penetración de 88 por ciento, Honduras, con INBpc de 3,385 dólares y una penetración de 99 por ciento y Sri Lanka, con un INBpc de 4,709 dólares y una penetración de 91 por ciento.

De hecho, sólo hay tres países de entre un total de 121 que están peor que México, en el sentido de que tienen un nivel de INBpc mayor y un nivel de penetración igual o menor. Estos tres países son las Bahamas, Canadá y Guinea Ecuatorial. Además hay dos países con niveles de INBpc y penetración muy parecidos a los de México: Líbano, con un INBpc de 12,267 dólares y una penetración de 86 por ciento y Turquía, con un INBpc de 13,013 dólares y una penetración de 90 por ciento.

Algo similar ocurre si se analiza el número de usuarios de Internet (por cada 100 personas) como medida de penetración de los servicios de telecomunicaciones. En este caso sólo hay dos países con un menor nivel de usuarios de Internet por cada 100 personas cuyo INBpc es mayor al de México. Estos dos países son Botsuana y Guinea Ecuatorial. Al igual que con la penetración de la telefonía celular, Líbano es un país con niveles de INBpc y de penetración de usuarios de Internet muy similares a los de México (Gráfica 2).

Gráfica 2. Relación entre el número de suscripciones a teléfono celular por cada 100 personas y el nivel de ingreso nacional bruto per cápita (INBpc), promedio 2011-2012

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Fuente: Indicadores del Desarrollo Económico Mundial 2013 (World Development Indicators 2013). Banco Mundial.

Como puede apreciarse a partir de las dos gráficas anteriores, la afirmación del Sr. Ten Kate de que la baja penetración de los servicios en México se explica por el menor nivel de desarrollo del país es falsa. De hecho, en el anexo estadístico se demuestra que no existe una relación estadística (lineal o no lineal) estimada a partir de estos datos para la cual no se encuentre que México tiene un nivel de penetración de servicios de telecomunicaciones bajo dado su nivel de desarrollo medido por el INBpc.

La pregunta natural es: ¿cuál es la razón por la que México tiene un nivel de penetración bajo para su nivel de desarrollo? La respuesta probablemente tenga que ver con una combinación de falta de cobertura por parte de las redes en áreas rurales y el elevado precio de los servicios de telecomunicación en todo el país.

Respecto a la primera parte de la afirmación del artículo del

Sr. Ten Kate, en el sentido de que “los servicios de telefonía no son caros, e inclusive son más baratos que los promedios de los países miembros”, dejo a los expertos en competencia y telecomunicaciones que refuten dicha aseveración. Sólo me gustaría apuntar que la metodología que utiliza la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) es aprobada por consenso por los países miembros. Dada la heterogeneidad de los países miembros en cuanto a la estructura de su sector de telecomunicaciones, incluyendo la participación de algunos de los gobiernos en el mismo, resulta difícil pensar que dicha metodología hubiera sido aprobado por todos los países miembros si no fuese sólida.

En los únicos dos puntos en que coincido con el artículo del Sr. Ten Kate es que México se encuentra actualmente en un momento importante, ya que está por aprobarse la legislación secundaria de la reforma en materia de telecomunicaciones, y en que tener un diagnostico correcto de la situación del sector telecomunicaciones es fundamental. Las reformas a la legislación secundaria de telecomunicaciones no estuvieron listas en el plazo originalmente previsto. Lo que nos queda a los interesados en este tema es intentar que al menos salga bien, y para ello es necesario que contribuyamos al debate de forma honesta.



[1] Este título hace alusión a una campaña publicitaria de hace algunos años de Teléfonos de México (Telmex), la empresa dominante en el sector de telecomunicaciones en México, cuyo lema era “Hablando se entiende la gente”.

[2] Las opiniones contenidas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor y no deben atribuirse a ninguna otra persona o institución. El autor declara no tener ni haber tenido nunca relación contractual con ninguna empresa en el sector de telecomunicaciones en México o en algún otro país, salvo como usuario. Correo electrónico: rgarciav@alumni.uchicago.edu

[3] Es importante destacar que este indicador incluye a las cuentas de prepago. Véase el anexo estadístico para una descripción de las variables utilizadas y el análisis estadístico de los mismos, el cual se encuentra disponible aquí.

[4] De esta relación estadística no puede inferirse causalidad, la cual es probable que corra en ambas direcciones. Es decir, un mayor nivel de INBpc probablemente causa una mayor penetración, toda vez que las telecomunicaciones son un servicio cuya demanda aumenta con el ingreso (probablemente más que proporcionalmente, por lo que son un bien de lujo en el sentido económico del término), y un mayor nivel de penetración de los servicios de telecomunicaciones probablemente causan un mayor nivel de INBpc, toda vez que permiten una reducción de los costos de producción y la utilización más eficiente de los recursos al permitir una mejor coordinación y organización de la producción.