¿Inflación para ganar la elección?

Muchos amigos me han preguntado acerca del impacto electoral de la inflación.  ¿Como puede afectar la inflación el resultado electoral en 2013? ¿El derroche de recursos que genera la inflación hará que el Kirchnerismo pierda la elección? ¿Podrá el Kirchnerismo utilizar la inflación para obtener una ventaja electoral? Para responder esta pregunta nos tenemos que preguntar cuantos recursos la sociedad derrocha por la inflación y cuantos recursos puede redistribuir a través del impuesto inflacionario.

Cuando el dinero se deprecia todos nosotros tratamos de tener la menor cantidad de posible. Pero como en el agregado alguien tiene que tener los pesos que emite el banco central estos esfuerzos son futiles. Todos nosotros pasamos bastante tiempo tratando de minimizar los saldos de dinero que tenemos, manteniendo nuestra riqueza en otros activos al mismo tiempo que buscamos la liquidez necesaria para realizar las transacciones que queremos hacer. Todos esos esfuerzos para comprar dólares escapándonos del cepo cambiario, comprar bonos, comprar bienes durables u otros activos son simplemente tiempo perdido. La sociedad, y cada uno de nosotros, estaríamos mejor si ese tiempo que usamos para evitar que se deprecien nuestras tenencias de pesos lo podríamos dedicar a algo productivo.

Los economistas han tratado de medir los costos que la sociedad derrocha en estos esfuerzos por escaparnos del peso (por ejemplo, Robert E Lucas, Inflation and Welfare, Econometrica, Marzo 2000). La idea básica de estas estimaciones es la siguiente. Cuando la gente decide cuanto dinero demandar (cuantos pesos tener en efectivo, cuentas corrientes o cajas de ahorro) iguala el beneficio de tener la liquidez en pesos para hacer compras con el costo de oportunidad de ganar un interés por poner esos pesos en un plazo fijo o un bono y consumir más bienes. La tasa de interés nos dice cuantos bienes esta dispuesta a sacrificar un individuo por tener una unidad adicional de los servicios de liquidez del dinero. Por ejemplo, como a la tasa de interés del 7% anual la demanda de dinero es aproximadamente el 15% del PIB, podemos decir que el costo de reducir la cantidad de pesos que usamos al 14% del PIB es el 7% del 1% del PIB, o $40 por persona por año (usando el PIB del segundo trimestre de 2012  de $2.273.162 millones y una población de 40 millones).  El costo de subir la tasa de interés del 20% al 30% anual, en el gráfico que sigue, sería el área bajo la curva negra entre la demanda de dinero correspondiente a la tasa de interés del 30% la demanda de dinero correspondiente a una tasa de 20%. Este número es aproximadamente $170 por persona por año (0.3% del PIB). El derroche total de una tasa de interés del 30% anual (en vez de una de cero como en los países desarrollados) es toda el área bajo la demanda de dinero que equivale a un 1.2% del PIB o $702 pesos por persona por año.

Demanda de Dinero 2000-2012. Datos. PIB nominal de INDEC. Cantidad de dinero (circulante + cuentas corrientes + cajas de ahorro) en manos privadas. Tasa BADLAR por plazos fijos de menos de 59 dias.

Para interpretar estos números vale la pena hacer dos observaciones: 1) La estimación de la demanda de dinero en el gráfico trata de elegir una línea bien alta que se ajuste a los datos y no la que mejor predice la demanda de dinero con el fin de tener una cota superior al costo de la inflación. 2) La estimación del costo de subir la inflación en 10% supone que la inflación es anticipada y que la economía es estable. Si hay un salto en el nivel de precios como el que discuto aquí el descontento social por la redistribución de ingresos entre acreedores y deudores y el efecto de corto plazo sobre el salario real no están considerados.

La inflación tiene también un efecto redistributivo que podemos medir. La inflación representa un ingreso para el gobierno que crea dinero a un costo casi nulo (el costo de imprimir billetes o acreditar las cuentas de los proveedores del estado y recipientes de transferencias) y utiliza ese dinero para comprar bienes, pagar salarios o transferir ingresos a personas que compran bienes. El último año la base monetaria aumento en casi un 40%, el valor de este dinero creado por el BCRA representa aproximadamente el 4% del producto o $2.300 por persona por año. Estos recursos que le llegan al gobierno los ceden todos aquellos que tienen activos en pesos que se deprecian.

Para entender el efecto electoral de la inflación, supongamos que el peronismo cuenta con un caudal de votantes leales que representan un tercio de la población. Para ganar una elección con más de la mitad de los votos, necesita los votos adicionales de un quinto de los votantes. Si repartimos el 4% del producto que el gobierno se lleva imprimiendo dinero como transferencias a un quinto de la población, le estaríamos dando a cada uno de los receptores estas transferencias aproximadamente $11.400 por año. La inflación le da muchísimo margen al gobierno de “comprar” a los votantes pivotantes.

En resumen, la inflación le impone costos a la sociedad, subir la inflación del 20% anual al 30% anual representan un derroche que estimamos en $170 por persona por año, al mismo tiempo que permite redistribuir recursos de todos aquellos que demandan pesos a los beneficiarios del gasto público. Si el gobierno pudiese focalizar esas transferencias en el 20% de los votantes que definen las elecciones, les podría transferir $11.400 pesos por año. De esta manera, la inflación pude ser una herramienta muy útil para ganar una elección. Queda por ver, después de la multitudinaria marcha del 8N,  si esto es suficiente para re-enamorar al votante pivotante.