La Universidad Torcuato Di Tella otorga el grado de Doctor Honoris Causa a Guillermo Calvo

Guillermo CalvoEl 30 de agosto de 2012 la Universidad Torcuato Di Tella le entregó el grado de Doctor Honoris Causa a Guillermo Calvo por sus contribuciones a la economía. A continuación, comparto con los lectores de Foco Economico las palabras que pronuncié en la ceremonia de entrega del título. 

 

Buenos Aires,  30 de agosto de 2012

Tengo el inmenso privilegio de poder decir unas palabras en ocasión de la entrega del grado de Doctor Honoris Causa a Guillermo Calvo. No voy a usar este espacio para enumerar exhaustivamente las diversas e importantes contribuciones de Guillermo a la ciencia económica, sino que voy a tratar de rescatar los valores que subyacen a las mismas. Estos valores son los mismos que llevaron hace algo mas de dos décadas a Guido Di Tella y a Gerardo della Paolera a embarcarse en este proyecto quijotesco de construir una Universidad de Investigación en Argentina.

¿Por qué dedicar una vida a la investigación económica? ¿Por qué dedicar recursos a construir una Universidad como esta? Usando las palabras de Guillermo Calvo en ocasión de recibir el premio Rey Juan Carlos en el año 2000: “La ciencia económica es muy imprecisa pero es un pilar importante de la paz y la democracia. Sin ella, le seria muy difícil al gobierno tener un dialogo constructivo con los ciudadanos. La política económica no estaría sujeta a ningún tipo de disciplina intelectual. Al final del día sólo quedaría la violencia o la dictadura para dirimir estas cuestiones. Esa ha sido siempre la razón práctica de mi interés por esta disciplina.”  Vale destacar que esta reflexión personal de Guillermo no es exclusiva de la economía y es válida para todas las ciencias. Por ello es que dedicamos tantos recursos a entender mejor el mundo que nos rodea y la sociedad que habitamos.

A través de su vida Guillermo ha contribuido enormemente a darle más precisión a la ciencia económica para entender mejor los problemas que enfrenta nuestro continente, y nuestro país en particular. Si la investigación de Guillermo siempre fue algo ecléctica, su carrera lo fue más aun. Estudio a Walras en la escuela secundaria y por dos años estudió para ser contador público nacional mientras trabajaba en el BCRA. ¿Que hizo Guillermo como burócrata y estudiante de contador? Motivado por Julio H. G. Olivera leyó el libro de Gerad Debreu con un análisis axiomático a la teoría del valor y compartió el legendario seminario de Olivera con Miguel Sidrauski,  Rolf Mantel y Juan Vital Sorrouille entre otros. El joven Calvo se deslumbró con la belleza y elegancia de la teoría económica y decidió hacer un doctorado en Yale. Con la guerra fría como telón de fondo y a pesar del hecho que las calificaciones de Guillermo sólo incluían dos años de estudios para ser contador, el gobierno americano, a través del Instituto Di Tella, le ofreció una beca completa y admisión en Yale para realizar una maestría. Guillermo dice que Yale lo admitió por error. Yale probablemente diga que fue por visión. Con más de cien artículos en revistas científicas y siete libros publicados, después de haber sido economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo y asesor del Fondo Monetario internacional, habiendo sido distinguido como miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, de la American Academy of Arts and Sciences y tras haber recibido el premio Carlos Diaz Alejandro otorgado por LACEA (Latin American and Caribbean Economics Association) y el Premio Rey Juan Carlos de Economía, me inclino a estar mas del lado de Yale que del de Guillermo en esta.

La heterodoxia de la carrera académica de Guillermo no termina aquí. En 1968, cuatro años después de llegar a Yale, sin tesis Guillermo decidió que no se sentía cómodo en la sociedad americana que estaba enviando a sus amigos a luchar en Vietnam y se fue a dar clases en Perú y en Colombia. El actual presidente del Banco Central de Perú fue alumno suyo en ese curso y muchos de los futuros líderes colombianos pasaron por su aula en Bogotá. Volvió a EEUU en 1972 a trabajar en Columbia sin haber terminado su doctorado. A diferencia de su carrera como contador, esta vez si terminó sus estudios, doctorándose en 1974. El restso de la historia todos la conocen: Columbia, Penn, el fondo, Maryland, el BID y Columbia nuevamente.

Los años que Guillermo pasó en Perú y en Colombia le dieron el segundo pilar que marcó su carrera: tratar de entender el mundo. En esos años de calle latinoamericana Guillermo se expuso a un gran número de problemas económicos que le sirvieron de inspiración por años. Se dio cuenta de la relevancia de la economía para entender y resolver temas importantes. La convergencia en su mente de la belleza de la teoría y la relevancia de la misma selló su matrimonio con la economía.  El diálogo entre la realidad y la teoría económica han sido una constante en la producción intelectual de Guillermo desde esa época.

A mediados de los años 70 Guillermo fue parte de un grupo de economistas jóvenes que realmente hizo una revolución, hoy conocida como la revolución de expectativas racionales. Pasaron a usar modelos dinámicos en vez del modelo estático prevalente, pasaron de modelar funciones de demanda agregada a modelar las decisiones de individuos, firmas y gobiernos, pasaron de usar expectativas adaptativas a usar expectativas racionales. En esta transformación de la macroeconomía Guillermo hizo su aporte principal en el estudio de la credibilidad, entendida como la coherencia temporal entre las decisiones de la misma persona o institución en el presente y en el futuro. Un pilar fundamental de la nueva macroeconomía era el análisis de la elección óptima de planes intertemporales por los agentes que no sólo eligen lo que hacen hoy sino que también formulan sus planes futuros. Guillermo descubrió que un gobierno benevolente va a prometer una inflación baja para el futuro como parte de un plan óptimo de política monetaria y fiscal. Sin embargo, cuando el mañana llega y la política debe ser implementada ese mismo gobierno, con los mismos objetivos va a tener incentivos a que la inflación sea alta, lo que le permite al mismo reducir el valor de su deuda y cobrar menos impuestos. En otras palabras hay un conflicto de intereses entre el gobierno de hoy y el mismo gobierno mañana. La decisión óptima del gobierno de mañana daña al gobierno de hoy a pesar que los dos son el mismo decisor, con los mismos objetivos. Este descubrimiento teórico tuvo un profundo impacto no sólo en la teoría económica sino también en la práctica y ha influenciado el diseño de muchas instituciones que “atan” las manos de políticos bien intencionados. Algunos ejemplos son las leyes de independencia del banco central, reglas de política monetaria como regímenes de metas de inflación o leyes de responsabilidad fiscal. La organización mundial de comercio y las constituciones también pueden ser interpretadas como mecanismos para resolver problemas derivados de la inconsistencia temporal de la toma de decisiones públicas.

Un gran parte del trabajo posterior de Guillermo explora las consecuencias de esta inconsistencia temporal en las decisiones públicas. Por ejemplo, una serie de trabajos en los años 80 explora las consecuencias de la falta de credibilidad sobre las políticas de estabilización y liberalización ortodoxas implementadas en el cono sur a fin de los años 70. Los mismos muestran como las falta de credibilidad puede hacer que reformas que son buenas si son creíbles tengan consecuencias no esperadas si la gente cree que sólo son políticas temporarias. Una apertura al comercio internacional diseñada para crear una nueva estructura productiva, por ejemplo, si es percibida como temporaria va a llevar a un boom de consumo sin gatillar nuevas inversiones y puede resultar en una crisis de balanza de pagos.

Otra área importante estudiada por Guillermo relacionada a la inconsistencia temporal y claramente motivada por la experiencia Argentina es el control de la inflación y el manejo de la deuda pública. Guillermo escribió una serie de trabajos en esta área solo, y en colaboración con Pablo Guidotti y Maurice Obstfeld, en los que estudian como hacer creíbles los planes del gobierno y como la falta de credibilidad puede empantanar los planes de un gobierno. Un trabajo muy influyente en este grupo muestra que un gobierno que quiere servir honestamente la deuda pública puede verse obligado a hacer default si el público no cree que realmente quiere pagar sus deudas. La falta de credibilidad hace que la tasa de interés que enfrenta el gobierno sea alta, y las altas tasas de interés pueden hacer que la deuda resulte imposible de pagar. Si el público piensa que el gobierno va a pagar su deuda, la tasa de interés es baja y es fácil para el gobierno honrar sus compromisos. La solución al problema es un límite a la tasa de interés. Esta lógica, cambiando la palabra default por la palabra inflación, llevó al gobierno Argentino a cambiar la deuda pública denominada en pesos por deuda pública denominada en dólares (el conocido plan Bonex de 1989), que le permitió al país salir de esta trampa de expectativas y estabilizar los precios en los 90s. El mismo argumento ha sido repetido innumerables veces en el contexto de la crisis financiera europea en los distintos llamados a la intervención del Banco Central Europeo en defensa de los países de la periferia europea. Es notable que una abstracción teórica de Guillermo motivada por la experiencia latinoamericana de los años ochenta esté en el centro del debate sobre la política económica europea veinticinco años más tarde.

En esta serie de trabajos vemos como a partir de tratar de entender mejor la experiencia argentina Guillermo construyo teorías que constituyeron aportes importantes a las herramientas de los macroeconomistas, permitiendo una mejor comprensión de diversos fenómenos económicos y mejores políticas económicas.

El trabajo más citado de Guillermo es otro ejemplo de lo mismo. Guillermo escribió este trabajo después de observar que tras la devaluación que siguió a la tablita de Martinez de Hoz muchos precios no cambiaron. A raíz de esta experiencia e influenciado por trabajos anteriores de sus amigos de Columbia, el premio nobel Ed Phelps y el subsecretario del tesoro americano John Taylor, Guillermo transformó sus observaciones sobre la Argentina en un modelo que estudia como se comporta una economía cuando hay rigideces en la formación de precios por parte de las firmas. La elegancia y simpleza con la cuál Guillermo modelo las rigideces de precios hizo que este artículo motivado por la experiencia Argentina sea uno de los artículos más citados en la profesión y el artículo más citado de Guillermo. Los supuestos sobre formación de precios de este modelo son conocidos hoy como “Calvo pricing” y están presentes en los modelos usados por bancos centrales de la mayoría de los países del mundo para la formulación de sus políticas monetarias. Otra vez, una abstracción teórica originada por la experiencia Argentina es aplicada dos décadas después en un gran número de países muy diversos.

Los aportes de Guillermo a la economía no son sólo teóricos. Guiado por la teoría económica, Guillermo también hizo grandes aportes a la descripción empírica de economías emergentes que han generado una gran literatura. Podemos mencionar como ejemplos regularidades empíricas como el “Fear of floating” y los “Sudden Stops”, que están indeleblemente asociados a su nombre.

En resumen, Guillermo ha usado las herramientas de la teoría económica, junto a su observación de la realidad de la economía Argentina y la experiencia de América Latina, para darle más precisión a la ciencia económica y entender mejor el mundo en el que vivimos. El afán de entender las economías de la región lo llevó a desarrollar nueva ciencia y las herramientas de la economía moderna le permitieron mostrarnos el mundo de una manera que no lo hubiésemos imaginado sin su lectura novedosa de la realidad.

Esta maestría en el dialogo entre la teoría económica y la realidad lo hicieron uno de los economistas mas influyentes de su generación. Se encuentra entre el 0.02% de los economistas mas citados del mundo en artículos científicos. La influencia intelectual de Guillermo se refleja también en las aulas de esta casa y en muchísimas universidades en América Latina y el resto del mundo. Debe haber pocos cursos de macroeconomía de economías emergentes en los que no haya algo de “Calvonomics” en el programa.

La idea de contribuir a la ciencia para entender mejor el mundo y, de esta manera, mejorar el bienestar de la sociedad que subyace la obra de Guillermo es uno de los valores fundamentales de esta universidad. Por eso es que nos enorgullece honrar a Guillermo otorgándole este grado de Doctor Honoris Causa.

Antes de terminar quisiera agradecerle a Guillermo por su generosa contribución al desarrollo de esta Universidad desde su fundación. En los años formativos de la universidad enseñó en la licenciatura en economía un curso de economía internacional (1994) que luego se convirtió en la Cátedra Soldati (1995-1998). Esta relación continuó con el correr de los años a través del Taller UTDT de Economía Internacional y Finanzas que el Dr. Calvo organiza con el departamento de Economía desde 1998 y cuya edición número quince tuvo lugar en Barcelona hace un mes. A nivel institucional, el Dr. Calvo también es miembro de Consejo Académico Honorario de la Universidad desde su creación.

Guillermo, muchas gracias.