La violencia contra sindicalistas y la actividad sindical en Colombia

Daniel Mejía y Maria José Uribe

La violencia contra sindicalistas en Colombia ha estado en el centro del debate sobre las negociaciones de los Tratados de Libre Comercio que Colombia quiere suscribir con EE.UU., Canadá y la Unión Europea. Líderes sindicales y ONG colombianas y extranjeras han argumentado que la violencia contra sindicalistas en Colombia durante los últimos años ha sido sistemática y focalizada. Por su parte, el Gobierno colombiano ha cuestionado esta posición. Sin embargo, poco se discutían las cifras y evidencia disponible sobre la evolución de los homicidios contra este grupo de la población. En el artículo Is violence against union members in Colombia systematic and targeted?presentamos la evolución de los indicadores de violencia contra sindicalistas y testeamos la hipótesis según la cual una mayor intensidad de la actividad sindical resulta en mayor violencia contra sindicalistas y líderes sindicales. Los resultados obtenidos muestran que, en promedio, la violencia contra este grupo de la población no es sistemática ni selectiva (es decir, que la violencia se da como respuesta al ejercicio de la actividad sindical). Nuestro estudio desató varias respuestas a favor y en contra de los resultados obtenidos. Para poner en contexto las discusiones que han resultado a raíz del estudio mencionado, presentamos acá algunos de los indicadores de violencia contra sindicalistas en Colombia.

La Gráfica 1a presenta la evolución del número de homicidios de sindicalistas en Colombia entre 1986 y 2009. Durante la última década, el número total de homicidios de sindicalistas ha disminuido, al igual que el número total de homicidios en Colombia. Sin embargo, los homicidios de sindicalistas han disminuido más rápidamente que el del total de la población como lo muestra la Gráfica 1b.



Con respecto a la tasa de homicidios de sindicalistas[1], ésta también ha disminuido más rápidamente que la tasa de homicidios contra el total de la población[2]. Mientras que la tasa de homicidios de sindicalistas fue cercana a 5 homicidios por cada 100,000 sindicalistas en 2009, la tasa de homicidios total en Colombia fue de alrededor de 35 homicidios por cada 100,000 habitantes (Gráfica 2).


Sin embargo, es claro que, por sus características, los sindicalistas no son del todo comparables con el total de la población. Por esta razón, presentamos la participación de los homicidios de sindicalistas en el total de homicidios de “otros grupos vulnerables” (concejales, periodistas, alcaldes y ex alcaldes, maestros e indígenas), la cual pasó de representar cerca del 30% en 2001 a casi 15% en 2009 (Gráfica 3).


La evidencia anterior nos llevó a estudiar si la violencia contra este grupo es generada por el ejercicio de su actividad sindical, dividida esta última en tres tipos: la afiliación a sindicatos, los pactos y convenciones salariales, y los paros y huelgas. Utilizando información tipo panel de 2000 a 2008 a nivel departamental en Colombia, estimamos un modelo utilizando herramientas econométricas de variables instrumentales y no encontramos una relación causal estadísticamente significancia entre el ejercicio de la actividad sindical y la violencia contra este grupo de la población.

Alguna evidencia complementaria a la encontrada en nuestro estudio muestra que para el 8% de las investigaciones judiciales que se han llevado a cabo en Colombia de los homicidios de sindicalistas, se ha encontrado un vínculo directo entre el homicidio y la participación de las víctimas en actividades sindicales. Para el 3.6% del total de investigaciones han encontrado una combinación  entre la actividad sindical y vínculos con grupo armados ilegales.

Los resultados de nuestro estudio desataron una discusión a todo nivel. Mientras que varias ONGs y sindicatos (colombianos y extranjeros) han tratado de deslegitimar el estudio con argumentos morales y asociándolo a una conspiración del gobierno Uribe para deslegitimar a los sindicatos, el Gobierno colombiano reconoció que estos resultados son positivos en tanto reflejan esfuerzos por proteger a este grupo de la población.

Por nuestra parte, de ninguna manera desconocemos que un homicidio es un hecho de extrema gravedad, más aún si la causa está relacionada con factores ideológicos o la afiliación política de la víctima. Sin embargo, la evaluación de la situación de la violencia contra sindicalistas debe basarse en los datos, la evidencia estadística disponible y en el estudio juicioso y objetivo de indicadores específicos sobre este tema. Sobre todo, cuando el tema está siendo utilizado para bloquear importantes reformas económicas como los Tratados de Libre Comercio que Colombia quiere suscribir con otros países.


[1] Número de homicidios de sindicalistas por cada 100,000 sindicalistas.

[2] Número de homicidios por cada 100,000 habitantes.