Pandemia y Sistemas de Educación: Algunas Sugerencias Puntuales

Por Felipe Barrera-Osorio (Profesor Asociado, Vanderbilt University); twitter: @felbarrera y Diana Quintero (Analista de Investigación Senior, Brookings Institution).

 

El brote del COVID-19 ha tenido impactos altamente regresivos. La pandemia ha sido un arma de doble filo para las personas de bajos ingresos (y grupos marginales): tanto los efectos directos de salud recaen desproporcionalmente sobre ellos, como los efectos económicos desencadenados por confinamiento. Las personas en pobreza son más vulnerables al COVID-19 al tener mayor prevalencia de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión y enfrentar barreras de acceso a servicios de salud especializados y servicios públicos. Para el caso de Colombia, la mayoría de municipios con más del 20% de población Afroamericana no cuentan con unidades de cuidados intensivos y 7,6 millones de colombianos no cuentan con servicio de acueducto ni acceso a agua potable[i]. Adicionalmente, estos grupos no tienen la capacidad de absorber el choque del cierre de la economía para contener el brote del virus. Los ingresos de personas en pobreza provienen principalmente del sector informal o de sectores más vulnerables a la crisis.

Si la respuesta de las autoridades es cerrar la economía, las personas de bajos recursos van a ser desproporcionadamente afectadas. Si la respuesta es abrir, las personas de bajos recursos también son las más afectadas.  Ellos son los que tienen que salir a trabajar; ellos son los que tienen que tomar transporte público y tienen que desplazarse trayectos largos para llegar al sitio de trabajo.

Así mismo, los sistemas de educación están en una encrucijada critica ante el COVID-19. Tanto abrir o no los colegios tiene altos costos, con argumentos de peso para ambas opciones. La inequidad expuesta por la pandemia tiene implicaciones importantes sobre el sistema de educación. Este breve escrito no tiene como objetivo discutir la decisión; por el contrario, plantea un grupo de estrategias para mitigar los efectos del cierre de colegios sobre el aprendizaje de estudiantes y mantener su salud. Estas acciones son comunes a todos los países de la región.

 

Inequidad en el Sistema de Educación

Los estudiantes provenientes de hogares de bajos ingresos son los más afectados por la pandemia debido a que no cuentan con una adecuada conexión a internet y tecnologías para atender clases virtuales. Asimismo, carecen de recursos en el hogar para apoyar su aprendizaje. De acuerdo al Censo Nacional de Población y Vivienda de Colombia, solo el 15.8% de hogares de estrato 1 y el  26% de estudiantes en zonas rurales cuentan con acceso a internet, comparado con 94.8% de hogares en estrato 6 y 89% en zonas urbanas[ii]. Adicionalmente, la capacidad de respuesta de los colegios a la educación virtual varia por nivel socioeconómico. Mientras que el 12% de los rectores de colegios privados considera que sus profesores no están en capacidad para dar clases virtuales, el 48% de los rectores de colegios públicos manifiestan esta preocupación[iii].

La inequidad en acceso a conectividad junto con los efectos mentales y emocionales asociados al estrés económico de la pandemia conlleva a que los estudiantes de familias vulnerables presenten mayores rezagos académicos durante interrupciones escolares. Un análisis del efecto de la pandemia sobre los estudiantes en Estados Unidos estimó un incremento en la heterogeneidad del aprendizaje en matemáticas y lectura para el nuevo año escolar[iv]. Similarmente, otro estudio revela que los estudiantes en localidades afluyentes aumentaron el aprendizaje en matemáticas en 46% entre enero y mayo, mientras que estudiantes en localidades pobres disminuyeron su aprendizaje en 36%[v].  Cuando los colegios abran, estudiantes de ingresos bajos van a estar mas rezagados que el promedio de los estudiantes creando desafíos para los profesores.

 

Tutorías focalizadas: Estrategia para nivelar estudiantes al volver a clases

Afortunadamente existen evidencia, y guía concreta, para mitigar el problema. Varias evaluaciones de intervenciones en los 90s mostraron indicios del problema: maestros que concentraban esfuerzos en ciertos alumnos, dejando de lado a los más rezagados. Ante esta evidencia, varios sistemas de educación intentaron diversas respuestas de intervenciones. Un tipo de intervención utiliza maestros / tutores adicionales que concentran esfuerzos en ciertos tipos de estudiantes—por ejemplo, los estudiantes con mayores necesidades. La idea central del argumento es que el tutor puede hacer pedagogía al nivel correcto de los estudiantes, y que ellos van a poder reducir—y eliminar—el rezago que tienen con respecto al estudiante promedio. Por otro lado, el maestro titular va a tener por algunas horas (cuando el tutor esta con el pequeño grupo rezagado) un grupo más pequeño y homogéneo de estudiantes.

La evidencia (causal) de este tipo de programas es creciente; los resultados son positivos. Experimentos en estados de India han mostrado que estudiantes con menor desempeño académico al recibir tutorías enfocadas en su nivel de aprendizaje presentan ganancias significativas en lectura [vi].

En Latinoamérica, también la evidencia esta creciendo. Dos programas recientes en Colombia han mostrados efectos positivos. En Manizales, la Fundación Luker, la Secretaria de Educación y el BID hicieron un programa de tutorías durante las horas de colegio; los materiales pedagógicos fueron creados al nivel de los estudiantes de la tutoría; el grupo de estudiantes beneficiados fue escogido por presentar mayores rezagos en una prueba de lectura y matemáticas al inicio del año escolar (Álvarez Marinelli, Berlinski, & Busso, 2020). Una intervención similar ha sido implementada en Cali por parte de la Fundación Carvajal, con el apoyo de la Secretaria de Educación de la ciudad, y de las Universidades de Harvard y Vanderbilt (Barrera-Osorio & Lagos, 2020). Los resultados de ambas intervenciones son positivos.

La evidencia de este tipo de programas es fundamental para el momento actual. Una estrategia para mitigar las desigualdades educativas creadas por la pandemia cuando los estudiantes vuelven a los colegios puede ser un hibrido de este programa. Los estudiantes con mayores rezagos en el colegio son invitados a asistir a tutorías en grupos pequeños mientras que los otros estudiantes permanecen con el profesor titular. Sobre este último grupo se puede hacer una estrategia de rotación, donde una parte es virtual, y otra presencial. Así mismo, la parte virtual también puede ser atendida por el grupo intervenido, cuando no estén con el tutor. Esta estrategia ayudaría a nivelar a los estudiantes más vulnerables y a implementar distanciamiento social al reducir el tamaño de las clases.

Sin embargo, este tipo de programas requiere de información del estado de los estudiantes al inicio del año escolar. Algo “bueno” que puede salir de la pandemia es la aplicación sistemática de pruebas tempranas de lectura y matemáticas—como EGRA y EGMA—en grados iniciales.

 

Apertura de Colegios  

Como se mencionó anteriormente, el dilema de abrir los colegios no tiene una respuesta simple. Pero si se va a hacer, es crítico pensar en los siguientes elementos fundamentales. Primero, idealmente hacer pruebas del virus periódicos censales. Existen varias propuestas de hacer pruebas grupales (toma de muestra para cada uno, y hacer solo un test sobre todas las muestras; si sale negativo todo el mundo está sano; si sale positive, hacer pruebas individuales). El colegio es el lugar perfecto para hacer este enfoque, dado que se pueden agrupar estudiantes por grado/curso. En su defecto, se tiene que establecer protocolos de toma de temperatura diaria de todos los estudiantes. Idealmente cada institución debería tener un enfermero/a.

Segundo, se tiene que hacer seguimiento social efectivo para cada estudiante o profesor que este contagiado con el virus, y mantener protocolos de auto-cuarentena. Tercero, se tiene que incentivar el uso de tapabocas; por ejemplo, otorgando tapabocas a cada estudiante y profesor que llega al colegio. Cuarto, se deben tener protocolos de limpieza de salones y áreas comunales y fomentar el lavado de manos continuo en estudiantes y profesores.

Estos elementos (1-4) implican inversión de recursos importantes que no dan espera. Así mismo implican una alta capacidad técnica de los sistemas educativos y cooperación con otros sectores. Las secretarias de educación necesitan apoyo del sector salud para suministrar las pruebas del coronavirus y tener los resultados de estos en corto tiempo. Por otro lado, esto requiere que cada institución educativa establezca códigos y procedimientos claros.

Quinto, y esto es más complicado, es fundamental reducir el tamaño de clases presenciales, tal como se arguyo arriba. Es posible hacer rotaciones de turnos de estudiantes. Por ejemplo, mitad de los estudiantes van al colegio en el horario de la mañana, y mitad en el horario de la tarde. Sobre las poblaciones presenciales, hacer los programas de tutorías. Segundo, mantener el horario, pero hacer que una semana, mitad se los estudiantes atiendan presencialmente el colegio, y mitad se quedan en casa. Los que se quedan en casa reciben instrucción por medio virtual. En la siguiente semana los grupos intercambian la modalidad de estudio.

Este punto requiere, además del problema de una alta coordinación y costos para los padres de familia, un esfuerzo muy grande por parte de los maestros. Los profesores necesitan determinar el nivel de aprendizaje con el cual llegan sus estudiantes. modificar lecciones e incluso atender necesidades emocionales de los estudiantes.  Asimismo se necesita hacer un seguimiento a los estudiantes durante el modulo virtual, verificar que los estudiantes se conecten y participen durante las sesiones.

 

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Desafortunadamente las opciones de política educativa son extremadamente difíciles; no existen atajos simples, y los escenarios son costosos. Con una alta posibilidad, el rezago educativo va a ser grande. Los efectos van a ser mayores sobre las personas con menores recursos. La reapertura de los colegios es una tarea compleja, por lo cual es fundamental que los hacedores de política consideren acciones inmediatas.

 

 

 

Citas

 

Álvarez Marinelli, H., Berlinski, S., & Busso, M. (2020). Remedial Education: Evidence from a Sequence of Experiments in Colombia. IDB-WP-1067 Inter-American Development Bank.

 

Barrera-Osorio, F. & F. Lagos (2020). Resultados prelimiares, Evaluación de Impacto del programa “Aula Global – Competencias Básicas”.

[i] https://www.nytimes.com/es/2020/04/29/espanol/opinion/coronavirus-afrodescendientes-colombia.html, https://www.uexternado.edu.co/economia/la-desigualdad-en-el-aseo-personal-y-en-la-cuarentena/

[ii] https://educacion.uniandes.edu.co/index.php/politica-publica-estudios-relevantes-y-cifras, https://www.javeriana.edu.co/pesquisa/educacion-virtual-realidad-o-ficcion-en-tiempos-de-pandemia/

[iii] https://www.javeriana.edu.co/documents/12789/11569759/P%C3%A1g.+9.+El+reto+del+sector+educativo.+HJ+marzo+2020+web.pdf/bf0db075-be31-413f-8496-e6d72ec72bf9

[iv] Kuhfeld, Megan, James Soland, Beth Tarasawa, Angela Johnson, Erik Ruzek, and Jing Liu. (2020). Projecting the potential impacts of COVID-19 school closures on academic achievement. (EdWorkingPaper: 20-226). Retrieved from Annenberg Institute at Brown University: https://doi.org/10.26300/cdrv-yw05

[v] https://tracktherecovery.org/

[vi] Banerjee, A., Banerji, R., Berry, J., Duflo, E., Kannan, H., Mukherji, S., … & Walton, M. (2016). Mainstreaming an effective intervention: Evidence from randomized evaluations of “Teaching at the Right Level” in India (No. w22746). National Bureau of Economic Research.