Calidad de gestión empresarial: Cómo y por qué medir

La calidad de gestión de las empresas, y como la calidad de gestión afecta los resultados empresariales son preguntas que políticos e investigadores, especialmente en las economías emergentes, están muy interesados en responder.  Esta área de investigación es importante porque gran parte de la evidencia muestra que las técnicas de gestión empresarial utilizadas—por ejemplo, cómo maneja el capital y recursos humanos, como se monitorea el inventario, o que procesos de producción usar—afectan la productividad de la empresa, su adaptabilidad al cambio, y su potencial para el crecimiento.  Y su importancia es aún más clara en entornos competitivos y desafiantes.

Esta es un área relativamente poco estudiada en la literatura económica, a pesar de que la calidad de manejo empresarial tiene un rol tan importante en el rendimiento de la empresa.  La escasez de datos objetivos ha hecho que sea difícil para los economistas analizar el vínculo entre las prácticas de gestión empresarial y el rendimiento[1].  Afortunadamente, esta escasez se está remediando gracias al equipo del World Management Survey (WMS)[2] quienes han diseñado una herramienta que cuantifica la calidad de las prácticas de gestión en las empresas en diferentes países y sectores, y a través de dieciocho prácticas básicas en cuatro categorías: operaciones, fijación de objetivos, monitoreo de rendimiento, y gestión de recursos humanos.

En la última década, muchos países interesados en comparar el rendimiento de sus firmas[3] han participado en el WMS. Desafortunadamente, el Perú no está incluido en este análisis ya que (todavía) no ha participado. Su ausencia limita la capacidad de medir cómo se desempeñan las empresas peruanas en las cuatro dimensiones mencionadas, y cómo se comparan las empresas peruanas con las empresas con las que compite en el mercado doméstico y el mercado global.  La falta de datos también limita la evidencia que los sectores público y privado necesitan para brindar apoyo apropiado para mejorar el desempeño empresarial y la productividad en el país.  Por lo tanto, el objetivo de este blog es no sólo resaltar la importancia de medir la calidad de gestión de las empresas, sino también para motivar a los investigadores y los políticos Peruanos para que implementen el WMS y utilicen los resultados del análisis para orientar su labor de apoyo al empresariado.

La primera gráfica muestra que las empresas en la mayoría de países de América Latina, incluidos en la muestra, como Colombia, Chile, Argentina y Nicaragua tienen desempeños promedios[4] (muy) bajos; especialmente cuando se evalúan con relación a los niveles de desarrollo de estos países. Las empresas en México tienen mejor desempeño, dado su nivel de ingreso, aunque su puntuación promedia está por debajo de muchos países.

Gráfica 1 Nivel de desarrollo y puntaje de gestión promedio

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El bajo rendimiento observado en los países de la región se debe principalmente a que un gran número de empresas están mal administradas, y por lo tanto sesgan la distribución general hacia la izquierda y alargan la cola izquierda de la distribución.  Esto es común en los países en vías de desarrollo, y claramente es el caso en la mayoría de países de América Latina incluidos en la muestra (Grafico 2a). La proporción de empresas que tienen puntajes por debajo del cuartil más bajo de las empresas de Estados Unidos oscila entre el 55 y el 70 por ciento; estas empresas están ubicadas en países como Brasil, Argentina, Chile, y también en Turquía, Grecia, Portugal, España, China, India, entre otros (Grafico 2b).

Gráfica 2 (a) Distribución de puntaje de gestión;                            (b) Histogramas por país, comparando con la distribución de Estados Unidos

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Note: Línea vertical roja (a) representa el quintil más bajo en la distribución de Estados Unidos.  Línea roja (b) representa la distribución de Estados Unidos

La comparación de los puntajes, de cada una de las dimensiones (operaciones, monitoreo, fijación de objetivos, y recursos humanos), entre los países de América Latina y Estados Unidos (que tiene una de las mayores puntuaciones en el mundo) revela grandes diferencias de desempeño entre países. En México, Chile y Estados Unidos, se obtiene el puntaje más bajo en el subcomponente que mide como las empresas fijan sus objetivos.  Este subcomponente mide si una empresa tiene objetivos claros, si tiene un amplio conjunto de indicadores para medirlos, si los objetivos están basados en información sólida y si esta información repercute a lo largo de la empresa. Argentina y Brasil tienen bajo puntaje en el subcomponente que mide las prácticas de recursos humanos.  Este subcomponente mide la gestión del talento dentro de la empresa y si la empresa tiene un enfoque sistemático para la identificación de empleados buenos y malos, y si sabe cómo premiarlos o sancionarlos para mejorar su desempeño. También evalúa si la empresa tiene sistemas para desarrollar, promover y retener su fuerza laboral. Nicaragua, Colombia y Brasil tienen puntuaciones muy bajas en el subcomponente que mide las prácticas operacionales; esta categoría mide qué tan bien se han introducido técnicas modernas de gestión, las motivaciones detrás de los cambios, y si existen procesos, y apertura, para la adopción de nuevas técnicas. La mayoría de los países, con excepción de Nicaragua y Colombia tienen puntuación relativamente buena en el subcomponente que mide el monitoreo general dentro de la empresa; esto incluye el uso de datos e información, e indicadores, para supervisar el rendimiento.

Grafica 3 (a) Puntaje por subcategoría; (b) Puntaje promedio de gestión

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El conocimiento que tiene el gerente, sobre las buenas prácticas de gestión, es un factor importante en la calidad de gestión en la empresa. Pero el conocimiento puede a veces estar equivocado.  El WMS les pide a los gerentes que evalúen la calidad de gestión de la empresa, desde su punto de vista; una especie de auto-evaluación. Curiosamente, la mayoría de los gerentes de las empresas latinoamericanas están en la parte superior de la gráfica 4, en términos de interpretación errónea sobres sus propias capacidades de gestión. La comparación entre el puntaje obtenido mediante la auto-evaluación y el puntaje real revela un gran desfase; la mayoría de los gerentes no son conscientes de que sus propias prácticas no conllevan a resultados óptimos.  La gran diferencia entre la autoevaluación y la puntuación real exhibe que los gerentes tienen un exceso de confianza en su propia gestión, lo que puede limitar su apertura al cambio.

Grafica 4: Diferencia entre el puntaje en la auto-evaluación y el puntaje real

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El análisis subyacente a este blog muestra claramente que las empresas en los países de América Latina incluidos en la muestra tienen (mucho) espacio para mejorar su calidad de gestión. Afortunadamente, la información necesaria para abordar los retos identificados está disponible en estos países.  Por lo tanto estos pueden poner en pie diversas intervenciones, y proponer reformas, para ayudar a sus empresas a obtener mejoras significativas en sus prácticas de gestión. Finalizo este blog resaltando una vez más la importancia de tener datos fiables para medir la calidad de la gestión de las empresas en el Perú y la importancia de llevar a cabo más investigación sobre cómo mejorar la calidad de manejo dentro de las firmas.  Sin la información necesaria, seguirá siendo muy difícil de abordar las deficiencias que limitan el rendimiento y la productividad de las empresas en el pais.

 

[1] Bloom y Van Reenen, 2007; y Bloom y otros 2014.

[2] El WMS es un esfuerzo liderado por investigadores en la Escuela de Economía de Londres (LSE) y la Universidad de Stanford.

[3] Las muestras son representativas a nivel nacional, en el sector manufactura y entre firmas de 50 trabajadores o más.

[4] La puntuación promedio combina la puntuación de las cuatro sub-categorías–operaciones, fijación de objetivos, monitoreo, y recursos humanos.