Composición sectorial del empleo y productividad media de la mano de obra en México

En un par de contribuciones anteriores a Foco Económico argumenté que: (i) las condiciones demográficas de México no son tan favorables como en ocasiones se les ha caracterizado; y (ii) inclusive si son favorables, que para que dichas condiciones se traduzcan en mayor crecimiento del ingreso real per cápita es necesario que los nuevos entrantes a la fuerza laboral encuentren empleos en sectores que tienen al menos la misma productividad media de la mano de obra (PMMO) que el promedio de la economía. De lo contrario, el aumento en el empleo podría ser contrarrestado por una caída en la PMMO, de forma que el ingreso real per cápita permanezca estancado o inclusive disminuya.

Esta contribución analiza la relación entre el crecimiento de la PMMO agregada y la composición del empleo por grandes sectores de actividad económica en México durante el periodo 1954-2005,  utilizando datos del valor agregado, el empleo y la PMMO. Para analizar el crecimiento de la PMMO agregada y la composición del empleo por sectores se realiza un ejercicio de descomposición del crecimiento complementario tanto a la descomposición de Solow como a la realizada en una de las contribuciones referida anteriormente.[2] De acuerdo a dicha descomposición, el crecimiento de la PMMO agregada puede dividirse en dos componentes: (i) el crecimiento de la PMMO al interior de cada uno de los sectores; y (ii) el crecimiento debido a la reasignación de trabajadores entre sectores.

Antes de presentar los resultados de esta descomposición, resulta útil mostrar la distribución sectorial del empleo así como las diferencias en la PMMO para nueve grandes sectores de actividad económica de la economía mexicana entre 1995 y 2005. La Gráfica 1 presenta la distribución porcentual del empleo por sector, y la Gráfica 2 presenta la PMMO para cada sector expresada como porcentaje de la PMMO promedio para la economía en su conjunto. En ambos casos los datos presentados corresponden al promedio para el periodo 1995-2005.[3]

Gráfica 1. Distribución del empleo por sectores en México, promedio 1995-2005

Gráfica 1

Fuente: Cálculos propios con base en los datos de Timmer y de Vries (2007), Groningen Growth and Development Centre, disponible en: http://www.rug.nl/research/ggdc/data/10-sector-database.

Gráfica 2. Productividad media de la mano de obra por sectores como porcentaje de la productividad media de la mano de obra para toda la economía en México, promedio 1995-2005

Grafica 2

Fuente: Cálculos propios con base en los datos de Timmer y de Vries (2007), Groningen Growth and Development Centre, disponible en: http://www.rug.nl/research/ggdc/data/10-sector-database.

Como puede apreciarse en la Gráfica 2, las diferencias en la PMMO entre sectores en México son significativas. Dadas estas diferencias, una manera de aumentar la PMMO, y en el proceso acelerar la tasa de crecimiento de la economía en su conjunto, sería si los nuevos entrantes a la fuerza laboral se incorporasen a la misma en sectores cuya PMMO es superior al promedio (por ejemplo, la manufactura o los servicios de alto valor agregado). Otra manera de aumentar la PMMO agregada es a través de la reasignación de los trabajadores que ya se encuentran empleados de sectores con PMMO inferior al promedio (por ejemplo, el sector primario o la construcción) a sectores con una PMMO más elevada.

Visto desde esta perspectiva, el proceso de crecimiento de una economía consiste tanto en aumentar la PMMO al interior de cada uno de los sectores como en reasignar trabajadores entre sectores, de aquellos con baja PMMO a los sectores con PMMO más elevada. Si el empleo se reasigna de los sectores con PMMO inferior al promedio a aquellos sectores con PMMO superior al promedio, entonces ocurre lo que McMillan y Rodrik (2011 y 2012) han denominado cambio estructural que aumenta la productividad (productivity-enhancing structural change). Si, por el contrario, el empleo se reasigna de sectores con PMMO superior al promedio a sectores con una PMMO inferior al promedio, entonces la contribución del cambio estructural al crecimiento de la PMMO de la economía sería negativa (productivity-reducing structural change).

Si se cuenta con datos sectoriales del valor agregado y de empleo, es posible calcular la PMMO o valor agregado por trabajador en el periodo t, yt. Los cambios en la PMMO pueden descomponerse en el cambio de la PMMO al interior de cada uno de los sectores (contribución intra-sectorial) y el cambio en la reasignación de trabajadores entre sectores (contribución inter-sectorial) de acuerdo a la siguiente ecuación:

ECUACION

 donde yjt es el valor agregado por trabajador o PMMO en el sector j en el periodo t y ojt  son los trabajadores empleados en el sector j en el periodo t  como proporción del número total de trabajadores.

El resultado de esta descomposición utilizando de la base de datos de Timmer y de Vries (2007) del Groningen Growth and Development Centre muestra que en el caso de la economía mexicana la contribución de la reasignación de trabajadores entre sectores al crecimiento de la PMMO siempre ha sido positiva (Gráfica 3). En efecto, tanto para el periodo 1954-2005 como para cada uno de los sub periodos considerados, la reasignación de trabajadores entre sectores ha contribuido positivamente al crecimiento de la PMMO de la economía en su conjunto. Ello no quiere decir que no existan años o periodos para los cuales el cambio estructural haya tenido una contribución negativa, pero estos han sido la excepción y no la regla.

 Gráfica 3. Descomposición del crecimiento de la productividad media de la mano de obra en México entre el crecimiento de la PMMO al interior de los sectores y la reasignación de trabajadores entre sectores: 1954-2005

GRAFICO 3Fuente: Cálculos propios con base en los datos de Timmer y de Vries (2007), Groningen Growth and Development Centre, disponible en: http://www.rug.nl/research/ggdc/data/10-sector-database.

En términos de contribuciones porcentuales al crecimiento (Gráfica 4), para el periodo 1954-2005 la reasignación de trabajadores entre sectores contribuyó con cerca del 40 por ciento del total y el crecimiento de la PMMO al interior de los sectores con el 60 por ciento restante, mientras que para el periodo más reciente (1995-2005) la contribución de la reasignación de trabajadores se redujo al 28 por ciento y la del crecimiento de la productividad al interior de los sectores aumentó a 72 por ciento.

Gráfica 4. Contribución porcentual al crecimiento de la productividad media de la mano de obra en México del crecimiento de la PMMO al interior de los sectores y de la reasignación de trabajadores entre sectores: 1954-2005

GRAFICO 4

Fuente: Cálculos propios con base en los datos de Timmer y de Vries (2007), Groningen Growth and Development Centre, disponible en: http://www.rug.nl/research/ggdc/data/10-sector-database.

Este análisis confirma los resultados de los estudios realizados anteriormente por Timmer y de Vries (2007 y 2009) para México, a pesar de que se utilizan clasificaciones de los sectores ligeramente distintas y a que se divide a la muestra de datos usando diferentes periodos. Tanto el presente análisis como los de Timmer y de Vries coinciden en encontrar que la causa inmediata o próxima del bajo crecimiento de la mano de obra en México ha sido al bajo crecimiento de la productividad al interior de los sectores y no la contribución negativa del cambio estructural a la productividad.

Este análisis también muestra que México ha sido la excepción a la experiencia promedio de un grupo de países de América Latina y el Caribe analizados por Banco Interamericano de Desarrollo (2010) utilizando también la base de datos de Timmer y de Vries (2007). Dicho análisis muestra que en el periodo 1990-2005 para las economías de América Latina y el Caribe analizadas la contribución de la reasignación de trabajadores al crecimiento de la PMMO en promedio ha sido negativa, por lo que el cambio estructural ha reducido la productividad.

 Dadas las diferencias sectoriales en la PMMO, resulta natural preguntarse por qué un mayor número de trabajadores no migran de los sectores con baja PMMO a sectores con PMMO más elevada. Lo primero que conviene advertir es que los trabajadores toman sus decisiones acerca de en cual sector emplearse basados en las diferencias salariales entre sectores y no en las diferencias de la PMMO. Es decir, las diferencias entre sectores en el valor agregado por trabajador no necesariamente reflejan las diferencias salariales. Además, el salario es solo una de las dimensiones que los trabajadores valoran y toman en cuenta al decidir sobre en qué empleo y sector ocuparse. Otras dimensiones importantes incluyen la compensación no salarial o beneficios del empleo (seguro de salud, seguro de ahorro para el retiro, etc.), la estabilidad en el empleo, los riesgos físicos inherentes a cada empleo y sector, la flexibilidad de los horarios, etc.

También hay que considerar que existen tanto costos como barreras que pueden dificultar o impedir que los trabajadores migren de unos sectores a otros. Al respecto, la evidencia para México presentada en los artículos recientes de Valsecchi (2014) y de de Janvry, Emerick, González-Navarro y Sadoulet (2015) es muy relevante, ya que muestran que el sistema de derechos de propiedad de la tierra en áreas rurales representa una barrera a la migración de trabajadores hacia otros sectores, ya que requieren el uso continuo de la tierra para conservar su propiedad. En vista de que la PMMO en el sector primario es un poco más de una tercera parte de la PMMO promedio para la economía en su conjunto, pero que el sector emplea a cerca de una sexta parte de la población ocupada, las ganancias en la PMMO agregada de lograr que un mayor numero de trabajadores migren a otros sectores es significativa.

 

Referencias

 

de Janvry, Alain, Marco Gonzalez-Navarro, Kyle Emerick, and Elisabeth Sadoulet (2015), “Delinking land rights from land use: Certification and migration in Mexico,” American Economic Review, Vol. 105, Núm. 10, Octubre 2015, pp. 3125-49.

DOI: 10.1257/aer.20130853

 

McMillan, Margaret S. y Dani Rodrik (2012), “Globalization, Structural Change and Productivity Growth,” capítulo 2 en Making Globalization Socially Sustainable, Ginebra, Suiza: Organización Internacional del Trabajo y Organization Mundial del Comercio. Disponible en: http://www.ilo.org/global/publications/books/WCMS_170968/lang–en/index.htm

También publicado como NBER Working Paper No. 17143, Junio 2011.

 

Banco Interamericano de Desarrollo (2010), La era de la productividad: Cómo transformar las economías desde sus cimientos, Carmen Pagés, editora,  Washington DC: Banco Interamericano de Desarrollo. Disponible en inglés como: The Age of Productivity: Transforming Economies from the Bottom Up, Washington, D.C.: Inter-American Development Bank y Palgrave Macmillan. Disponible en:

http://www.iadb.org/research/dia/2010/files/dia_2010_spanish.pdf

 

Timmer, Marcel P. y Gaaitzen J. de Vries, (2007), “A cross-country database for sectoral employment and productivity in Asia and Latin America, 1950–2005”, Groningen Growth and Development Centre Research Memorandum GD-98, Groningen, University of Groningen, Agosto de 2007. Disponible en: http://ggdc.eldoc.ub.rug.nl/FILES/root/WorkPap/2007/GD-98/gd98online.pdf

 

Timmer Marcel P. y Gaaitzen J. de Vries (2009), “Structural change and growth accelerations in Asia and Latin America: a new sectoral data set,” Cliometrica, Vol. 3, Issue 2, Junio 2009, pp. 165-190. Disponible es: http://link.springer.com/article/10.1007%2Fs11698-008-0029-5

 

Valsecchi, Michele (2014), “Land Property Rights and International Migration: Evidence from Mexico,” Journal of Development Economics, Vol. 110, Septiembre 2014, pp. 276–290.

doi:10.1016/j.jdeveco.2014.01.010

[1] Los hallazgos, conclusiones e interpretaciones contenidas en este artículo responsabilidad exclusiva del autor y no deben atribuirse a ninguna otra persona u organización. Correo electrónico: rgarciav@alumni.uchicago.edu

[2] Solow descompone el crecimiento del PIB real entre una parte atribuible a la acumulación de los factores de la producción (trabajo y capital) y otra parte atribuible al crecimiento de la productividad factorial total. La descomposición presentada en la contribución anterior utiliza una identidad, de acuerdo a la cual el crecimiento del PIB real per cápita es igual a la suma del crecimiento del producto promedio de la mano de obra, el crecimiento de la razón del empleo a la población en edad de trabajar y el crecimiento de la razón de la población en edad de trabajar a la población total. La descomposición presentada aquí utiliza otra identidad, de acuerdo a la cual el crecimiento del PIB real por trabajador o PMMO es igual a la suma del crecimiento del PIB real por trabajador en cada uno de los sectores (ponderada por las participaciones del empleo en el sector correspondiente en el empleo total) y el crecimiento de la participación del empleo en cada sector en el empleo total (ponderada por la PMMO en el sector correspondiente).

[3] En el caso de la PMMO o valor agregado por trabajador, presentar el promedio tiene sentido ya que los datos de valor agregado están expresados en términos reales (pesos constantes de 1993).