Crecimiento y bienestar en las regiones del Perú: radiografía necesaria

A nivel mundial existe consenso en señalar que el crecimiento económico es necesario pero no suficiente para alcanzar el desarrollo social. En el Perú, esta discusión cobra importancia si se tiene en cuenta que, como lo resalta el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, a pesar de haber crecido económicamente más de 73% entre los años 2001 y 2010, los niveles de desarrollo del país no se han incrementado en la misma magnitud. Esta situación genera la necesidad de crear indicadores que, más allá del nivel de riqueza de un país, permitan medir el bienestar o calidad de vida de las personas.

Es justamente esta necesidad la que busca cubrir el denominando Índice de Progreso Social (IPS), desarrollado por la organización Social Progress Imperative. El IPS es una herramienta que, considerando más de 54 indicadores sociales y ambientales divididos en doce componentes y tres dimensiones, permite valorar el bienestar de las personas mediante un enfoque holístico e integrador. Al considerar indicadores de resultado, el IPS determina el impacto real de las diferentes políticas públicas y sociales. En el 2015, el Perú se ubicó en el puesto 55 de 133 países (11 en Latinoamérica), con un puntaje de 67.23. Noruega lidera el ranking, con 88.36 puntos, mientras que a la cola está la República Centroafricana.

Al estudiar el nexo entre el PBI y el IPS, confirmamos que existe una relación positiva entre crecimiento económico y progreso social a nivel mundial: el coeficiente de correlación positivo entre PBI per cápita e IPS es de 0.78. También vemos que países con un determinado nivel de riqueza alcanzan un mayor nivel de progreso social. Tal es el caso de Uruguay y Costa Rica, en Sudamérica. Pero también resaltan casos, como Venezuela, que se sitúan en el extremo opuesto; es decir, su nivel de bienestar no se condice con su PBI per cápita. ¿Cómo lograr, entonces, que el crecimiento económico se traduzca efectivamente en una mejor calidad de vida? Estudiar las experiencias de Uruguay y Costa Rica podría ser un buen punto de partida para responder a esta pregunta.

Ahora bien, ¿qué sucede cuando queremos analizar al interior de cada país? ¿Refleja el IPS la realidad de todos los ciudadanos o esconde grandes diferencias? Claramente la respuesta a estas preguntas depende del país que se estudie; no obstante, para el caso de una nación con un alto nivel de desigualdad como el Perú, la respuesta evidente es que no. Frente a este escenario, Centrum Católica, presentó el 17 de mayo el Índice de Progreso Social Regional Perú 2016, que utiliza la metodología del IPS para medir el progreso social de cada una de las 26 regiones peruanas.

Sus resultados no son muy alentadores. Solo dos regiones (Moquegua e Ica) alcanzan el nivel “medio alto”, mientras que cinco regiones (Amazonas, Loreto, Ucayali, Pasco y Madre de Dios) se ubican en el nivel “muy bajo”. Otro aspecto negativo es la marcada diferencia entre los departamentos de la costa, la sierra y la selva, donde los primeros alcanzan mayor nivel de bienestar y los terceros muestran los peores índices. Sin embargo, cabe resaltar que el estudio de Centrum presenta interesantes resultados para cada uno de los componentes considerados por el IPS.

Para contribuir a la discusión, desde Videnza Consultores queremos aportar al uso de este índice regional analizando la relación entre el IPS regional y el PBI per cápita regional. El cuadro siguiente muestra estos hallazgos.

Relación entre PBI per cápita regional e IPS regional 1/

Gráfico 1 seinfeld

1/ No considera Lima Metropolitana, Lima Provincias ni la Provincia Constitucional del Callao

El análisis de estos resultados nos permite plantear algunas hipótesis interesantes. En primer lugar, se hace evidente la relación positiva entre crecimiento económico y progreso social, aunque no es tan fuerte como cuando ésta se analiza a nivel de países. En segundo lugar, no obstante el evidente crecimiento económico y progreso social alcanzado por Moquegua, el gráfico revela que, para el nivel de PBI per cápita logrado, el nivel de progreso social podría ser mayor. Finalmente, resaltan las grandes diferencias en términos de progreso social entre regiones con igual PBI per cápita. Así, resulta alarmante que Tacna tenga un IPS 1.4 veces mayor que Madre de Dios, pese a que ambas tienen similares PBI per cápita. ¿Será esta otra muestra del gran daño que genera la minería ilegal en la calidad de vida de las personas?. Es igualmente llamativo cómo Apurímac alcanza un IPS similar al de Cusco, cuyo PBI per cápita es 2.7 veces mayor. ¿Podemos concluir, entonces, que han sido efectivas las políticas sociales implementadas en regiones como Apurímac, Ayacucho y Huancavelica?.

Esperamos que el IPS regional permita absolver este tipo de dudas, pero sobre todo que se convierta en una herramienta para identificar las principales brechas a nivel regional y para diseñar políticas que atiendan eficazmente los problemas reales de cada localidad. Asimismo, felicitamos a Centrum por este aporte y, desde ya, esperamos que los resultados del próximo año sean mejores, por el bien del país.