Muy mal comienzo

En la jerga futbolera, se dice arrancar uno a cero abajo desde el vestuario. Yo voté cambiemos. Lo voté porque fue una dura experiencia ver cómo el gobierno anterior degradó los valores republicanos consagrados en nuestra constitución (y en las de todos los países del mundo donde se respeta la libertad y se defienden los derechos individuales).

La designación de dos jueces a la Suprema Corte por decreto está en las antípodas del cambio. No soy abogado y se me escapan los detalles. He seguido la discusión en la prensa argentina (que, para un lado o el otro, ha perdido totalmente la objetividad hace años) y mire opiniones de constitucionalistas que respeto.  La Corte puede tomar decisiones con 3 votos. Eso obliga a que los fallos sean por unanimidad. ¿Es una restricción? Sí, claro. ¿Se podría haber negociado con el juez que renunció para que se quede unos meses más? Imagino que sí, quizás se lo intentó y fracasó. Eso lo entiendo y es una de las restricciones con las que se enfrenta el nuevo gobierno. Pero las reglas están justamente para construir restricciones y la política, dentro del juego republicano, es construir dentro de las restricciones. No sacar las restricciones cuando nos molestan. ¿Se puede justificar legalmente el decreto? Así parece. Pero la designación directa por parte del presidente de dos jueces está en ostensible contradicción con la división de poderes, eje de una república.

Justificaciones basadas en la “idoneidad” de los candidatos no son muy relevantes. Si para definir la idoneidad alcanza con el juicio personal del presidente, no necesitamos república, un despotismo ilustrado como el que tuvimos hasta el 10 de diciembre es suficiente. Muchos (un poco más de la mitad de los argentinos, supongo) pensaran que el que se acabe de ir no era muy ilustrado. Y ese es, justamente, el problema con los despotismos: nunca nos ponemos de acuerdo sobre quién es ilustrado y quién no.

Por otro lado, todo lo que sucedió siembra dudas sobre la idoneidad de los candidatos. Si realmente creen en los valores republicanos, ¿no deberían rechazar un nombramiento hecho de esta forma?

Empecé a escribir en mi cabeza este post hace 24 horas. Hoy, cuando lo estaba volcando al papel (perdón, es la edad….) ví en los medios que la decisión ha sido, solo parcialmente, modificada. Celebro eso. Tenemos aire hasta febrero, veremos cómo sigue esto.

Mientras tanto, la sensación de ir uno a cero abajo antes de haber tocado la pelota sigue presente. Y lo peor, fue un gol en contra.