¿Proteccionismo financiero en Latinoamérica? Lo que dice una nueva base de datos

La postura entre la mayoría de los economistas en los años 90s era la de mirar los controles a los capitales como trabas a la libre asignación de los recursos y, por esa razón, un potencial impedimento al crecimiento económico. Esta postura quedó ejemplificada en el título del célebre artículo de Rudiger Dornbusch de 1998 “Controles a los capitales: una idea cuyo tiempo pasó”.

Sin embargo, por la época en que Dornbusch terminaba su artículo se conjuraban crisis económicas severas en varias economías emergentes que guardaban estrecha relación con entradas masivas de capitales. Tras recalentar la economía doméstica, estos capitales salían, muchas veces en estampida, generando a la postre fuertes caídas en la actividad económica. Esto hizo que varios analistas comenzaran  a mirar de nuevo a los controles como un instrumento más dentro de la caja de herramientas de los hacedores de política macroeconómica. Dicha postura se consolidó aún más tras la Gran Recesión en 2008/9 cuando, nuevamente, el gran flujo de capitales hacia la compra de activos asociados con la finca raíz en E.U. fue en buena parte la responsable de fondear la burbuja en el mercado hipotecario en este país. Recientemente organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional han apoyado la idea de que, bajo ciertas circunstancias, los controles a los capitales se pueden usar como medida preventiva (ver Ostry et.al, 2011). Esta nueva postura hacia el uso de controles a los capitales ha sido a su vez acompañada por trabajos académicos que argumentan que el uso de controles puede ser óptimo en la medida que se quiera prevenir crisis económicas futuras (ver, por ejemplo, Jeanne y Korinek, 2010; Schmitt-Grohé y Uribe, 2012; Benigno et.al, 2014).

El debate sobre el uso de estos controles como herramienta de política requiere de un análisis empírico riguroso. Sin  embargo, esto no siempre es fácil dada la ausencia de medidas cuantitativas de la existencia de dichos controles que permitan un cierto nivel de desagregación. En un trabajo reciente titulado Capital Flow Measures. A New Dataset (ver Fernández et.al. 2015), realizado con otros tres coautores, hemos querido contribuir al debate mediante la construcción de una nueva base de datos que cuantifica la presencia (o ausencia) de controles de jure en 10 tipos de activos financieros sobre 32 tipos de transacciones internacionales para 100 países durante el periodo 1995 a 2013. La base de datos (disponible online en este link) permite, por lo tanto, un análisis de las medidas restrictivas a un nivel bastante desagregado tanto para restricciones a las entradas y/o a las salidas de capital. Y también hace posible la construcción de medidas agregadas que se ajusten a las preguntas de los investigadores.

Una pregunta que el trabajo aborda es cómo ha sido la evolución en el tiempo del promedio de estas medidas por grupos de países. En esta nota complementamos dicha información poniendo la lupa sobre la región de Latinoamérica como una muestra adicional de la flexibilidad de la base de datos para adaptarse al análisis que cada investigador le quiera dar. La figura 1.a presenta la evolución en el tiempo del promedio (simple) del índice agregado de controles a la entrada de capitales a través de los diez activos financieros analizados, separando los países en 4 grupos por nivel de ingreso y agrupando los 18 países de Latinoamérica en la base de datos (línea roja). La Figura 1.b hace lo mismo pero enfocándose sobre los controles a las salidas de capitales. En ambos casos el índice de restricción está acotado entre 0 (ausencia de controles en todos los activos) y 1 (presencia de restricción en todos los activos).

Ambas figuras muestran un marcado cambio en la tendencia del índice para la región a partir del 2007. En los años anteriores ambos indicadores venían cayendo, sobre todo aquel de las restricciones a la entrada de capitales. Pero dicha tendencia presenta un evidente cambio a partir del 2007 cuando ambas medidas comienzan a subir llegando incluso a duplicarse hacia el final de la muestra en 2013 con relación a su nivel mínimo en 2006. Esta reversión también es observada cuando se agrupan todos los países de la base de datos por nivel de ingreso aunque con menor fuerza que el aumento observado para Latinoamérica. Cabe por último subrayar que, si bien Brasil ha sido uno de los países que más ha aumentado en ambos índices, estos resultados no se explican por este país únicamente. De hecho, de los 18 países de la región que están en la nueva base de datos, tan solo dos redujeron los controles a las entradas de capital en 2013 con respecto a un nivel en 2006. Y sólo uno lo hizo en los controles a las salidas.

Así pues, la evidencia en esta nueva base de datos parece indicar que nuevos vientos de proteccionismo financiero han llegado a la región, sin duda impulsados por la turbulencia financiera generada por la crisis financiera y los años que siguieron después.

Figura 1.

Figura 1Figura 2.

Figura 2

Referencias:

Benigno, Gianluca, Huigang Chen, Chris Otrok, Alessandro Rebucci, Eric Young (2014), “Optimal Capital Controls and Exchange Rate Policy? A Pecuniary Externality Perspective,” CEPR DP. No. 9936.

Dornbusch, Rudiger (1998), “Capital Controls: An Idea Whose Time is Gone”, mimeo.

Fernández, Andrés, Michael W. Klein, Alessandro Rebucci, Martin Schindler and Martín Uribe (2015), “Capital Controls Measures: A New Dataset” NBER Working Paper no. 20,970

Ostry, Jonathan, Atish Ghosh, Marcos Chamon, and Mahvash S. Qureshi (2011), “Capital Controls: When and Why”, IMF Economic Review, 59(3): 562–580.

Jeanne, Olivier and Anton Korinek (2010), “Excessive Volatility in Capital Flows: A Pigouvian Taxation Approach”, American Economic Review Papers and Proceedings, 100(2): 403 – 407.

Schmitt-Grohé, Stephanie and Martín Uribe, (2012), “Prudential Policy for Peggers,” NBER Working Paper no. 18031.

[1] Lo dicho en esta nota es responsabilidad exclusiva de los autores y no representa la visión del Banco Inter-Americano de Desarrollo ni de los países miembros que conforman su Junta Directiva.