PBI ARGENTINA 1913-2013: De las Tasas Chinas a los pocillos sin café – SERIE ARKLEMS ENCADENADA

Ariel Coremberg[1]

Coordinador Proyecto ARKLEMS Growth, Productivity and Competitiveness Project

www.arklems.org

@arklems

La estimación del PBI ARKLEMS encadenada para la economía argentina permitió comparar la trayectoria de crecimiento en diversos periodos del último siglo. Como resultado de los procedimientos aplicados, al contrario de los cálculos oficiales, se comprueba que el periodo de crecimiento del actual régimen macroeconómico no fue el mayor, ni el más prolongado, ni el único que generó tasas chinas de los últimos cien años. Más aun, Argentina fue el país que menos creció a largo plazo de América Latina.

HECHOS ESTILIZADOS

  1. El PBI de la economía argentina entre los años 1913-2013 creció un 2,7% promedio anual.
  2. Por tasa acumulada y promedio anual, los periodos de mayor recuperación postcrisis fueron 1900-1913, 1917-1929, 1963-1974 e INDEC 2002-2014.
  3. El régimen macroeconómico actual si bien se destaca por la recuperación acelerada del nivel de producción postcrisis, no es el único que presento tasas chinas en el último siglo.
  4. El periodo 2002-2014 acumula un crecimiento del 64% en la serie ARKLEMS encadenada, un 76% en la réplica de la serie base 1993 sin manipulación. En tanto que la serie INDEC oficial base 2004 acumula un 92% e INDEC oficial base 1993, 108%. Ello demuestra que las diferencias se deben mayormente a la manipulación discrecional de las series oficiales a partir de la intervención del INDEC y en mucha menor medida al año base considerado.
  5. Argentina fue el país que menos creció a largo plazo (entre máximos cíclicos recientes 1998-2013) de América Latina.
  6. El presente régimen macroeconómico demuestra una tasa de crecimiento a largo plazo entre máximos cíclicos 1998-2013 del 2,2% promedio anual por debajo de la tendencia 1913-2013 y por debajo de los periodos 1944-1974, 1987-1998.
  7. El PBI per cápita no crece desde el año 2008 hasta el presente.

Uno de los hechos destacados de la presente década ha sido la importante recuperación de la actividad económica luego de la gran depresión económica 1998-2002, resaltado tanto por autoridades públicas como por economistas críticos como uno de los periodos de crecimiento más dinámicos de la historia argentina

Sin embargo, resulta dificultoso analizar y comparar el periodo de crecimiento actual con otros regímenes macroeconómicos imperantes durante la historia económica argentina por dos razones. Primero, la estimación de la serie de PBI a precios constantes durante periodos largos de tiempo con el fin de medir el crecimiento de la economía argentina presenta las conocidas dificultades de empalme de series que provienen de años base cuya estructura de precios relativos sectoriales son muy diferentes entre sí como las que presentan las Cuentas Nacionales en los últimos cien años: 1950, 1960, 1970, 1986 y 1993 hasta el año 2007. Segundo, a partir del año 2007, las series oficiales presentan los conocidos sesgos positivos en sus valores debido a la intervención del INDEC.

En Coremberg (2014) se reproduce el cálculo del PBI cuyo resultado demuestra que la distorsión de las series oficiales se debe al abandono de las fuentes y métodos tradicionales de las Cuentas Nacionales a partir de fines del año 2007. Se demuestra que la manipulación es en su mayor parte discrecional y no solo por resultado de una manipulación de tipo indirecta por aplicación de un índice de inflación oficial distorsionado. Asimismo en una nota en Foco Económico, Coremberg-Wierny (2014) se presenta los argumentos por los cuales la “nueva” base oficial del PBI (2004) presenta las mismas distorsiones en su evolución que la base oficial anterior: 1) multiplica por 7 la verdadera evolución del Sector Financiero, 2) casi cuatriplica el crecimiento del Sector Comercio y 3) duplica la verdadera performance de la Industria. Asimismo, la “nueva” base oficial del PBI refiere a una estructura de la economía argentina con diez años de atraso muy diferente al presente y no corrige los deflactores sectoriales. El ajuste positivo extraordinario del PBI a precios corrientes del año base 2004 (20% por encima de la base anterior) no tendría justificación en el ajuste por economía no observada, ya incluido en la base anterior. Más aun, según  datos censales, el nivel del PBI a precios corrientes para el año 2004 no resultaría en grandes cambios al previamente estimado por la base 1993. La evidencia empírica no justifica de ninguna forma el gran salto en el PBI a precios corrientes para el año 2004 entre los dos años base[2].

Volviendo a la rigurosidad técnica del deber ser, en una situación estadística normal, los procedimientos de empalme utilizando índices sectoriales y agregados de volumen físico Laspeyres de base fija por regla de tres a nivel agregado o sectorial, terminan asumiendo los precios relativos y estructura sectorial del PBI del año de partida para toda la serie. Este procedimiento genera un sesgo en la medición del crecimiento del PBI al no captar los cambios en las contribuciones sectoriales por virtud de los cambios en sus precios relativos. Por ejemplo, para medir la actual evolución del PBI, la contribución del sector agropecuario al crecimiento estaría claramente subestimada en la base 1993. Asimismo esta misma presenta en la actualidad, un sesgo positivo en la base 2004 dada la reversión en el ciclo de precios de los commodities agrícolas en el último año. Dada la volatilidad de precios relativos de la economía argentina, se debería medir el crecimiento tomando en cuenta los cambios en las contribuciones sectoriales asociadas a los precios relativos contemporáneos, cuestión que se soluciona mediante los llamados índices encadenados.

A los fines de captar los posibles cambios de composición sectorial en la medición del crecimiento, la literatura económica recomienda la utilización de índices encadenados, especialmente el de Tornquist para estudios de largo plazo del crecimiento y la productividad. Este índice es especialmente utilizado por sus ventajas tanto por ser un índice superlativo al corresponderse con una función de producción flexible así como permite el cambio de las contribuciones sectoriales en función de los precios relativos contemporáneos, aun cuando no sea aditivo. Tanto la formula como los procedimientos pueden consultarse en detalle en Coremberg, Goldzier, Heymann y Ramos (2007).

Esta estimación fue realizada en el marco de las tareas de investigación del equipo ARKLEMS en el IIEP-UBA para los 100 años de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. ARKLEMS + LAND es un proyecto argentino creado con el fin de medir y comparar internacionalmente las fuentes del crecimiento económico, la productividad y la competitividad de la economía argentina mediante la metodología KLEMS (Capital, Labor, Energy, Material and Service Inputs), ideada por el Dr. Dale Jorgenson de la Universidad de Harvard, quien lidera el proyecto WORLDKLEMS en conjunto con el Dr. Marcel Timmer de la Universidad de Groningen y el Dr. Bart Van Ark de The Conference Board y la Universidad de Groningen.

Se dispone de dos tipos de series. El PBI ARKLEMS base 1993 (1993-2013) que replica la metodología original de las Cuentas Nacionales del INDEC limpia de manipulaciones. Por otro lado se estimó la serie PBI ARKLEMS encadenada anual 1913-2013 que resulta ser un perfeccionamiento metodológico, generalmente utilizado en países desarrollados y en varios países de la región.Ambas series se encuentran aquí o en  www.arklems.org/pbi[3].

La aplicación de los procedimientos detallados a las series por sector de actividad económica permitió obtener una serie encadenada del PBI 1913-2013 que arroja resultados sorprendentes[4].

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 Grafico 1: Serie PBI ARKLEMS Serie Encadenada 1913-2013 (logartimos naturales de la serie Tornquist en millones de pesos de 1993). Recuperaciones cíclicas, Aceleraciones a Tasas Chinas. Se detallan las tasas de Crecimiento Acumuladas por periodo y su promedio anual abajo.

El PBI de la economía argentina creció un 2,7% promedio anual entre los años 1913-2014. Curiosamente, el actual régimen macroeconómico no fue el único que tuvo tasas chinas. Se detectan aceleraciones a tasas chinas en diversos periodos de la historia de diversos signos políticos y macroeconómicos: al término de la Primer Guerra Mundial con los gobiernos radicales de Yrigoyen-Alvear 1917-1924, los primeros años de Frondizi 1959-1961, Illia 1963-1965, Menem 1990-1994 y Néstor Kirchner 2002-2007. Las recuperaciones más largas y profundas fueron las de comienzos de siglo XX y el largo período que abarca los años 1950 hasta el año 1974. Otro rasgo estilizado particular es que la depresión económica 1998-2002 fue la peor de la historia argentina superando en magnitud y duración los efectos negativos de la Primer Guerra Mundial, la crisis global iniciada en 1929 y la década perdida de 1980.

La distorsión de los cálculos oficiales resulta notable para el actual período 2002-2014, distorsión concentrada desde el año 2007. Ambas series oficiales arrojan cifras magnas para este periodo: la serie INDEC base 1993 presenta un crecimiento acumulado superior al 108% (6,3% anual) y  la “nueva” serie INDEC base 2004, 92% (5,6% anual). La serie ARKLEMS base 1993 crece un 76% (4.8% anual) y la serie ARKLEMS Encadenada solo un 64% (4,2% anual). Ello demuestra que las diferencias se deben mayormente a la distorsión aplicada a las series oficiales a partir de la intervención del INDEC y en mucha menor medida al año base considerada[5].

Si recordamos uno de los principales lemas del enfoque canónico de la teoría del crecimiento: “los pequeños números importan”: pequeñas diferencias en las tasas de variación se acumulan en el tiempo y pueden explicar gran parte de la brecha existente en los niveles de PIB per cápita entre países pobres y ricos en el largo plazo.

Si bien el análisis del ciclo del PIB resulta relevante para analizar si una economía se está recuperando de una recesión o crisis previa y recomienza nuevamente la tendencia de crecimiento (“take off”)[6]; sin embargo, las recuperaciones del nivel de actividad luego de las crisis (“recovery effects”) pueden no ser sostenibles en el largo plazo una vez que la economía alcanza niveles elevados de actividad. Una forma de aislar el análisis de los efectos cíclicos y considerar movimientos de mediano y largo plazo es comparar el crecimiento del PBI entre máximos cíclicos. Tal como lo realiza el National Bureau of Economic Research (NBER) y plantearon Burns y Mitchell desde hace más de 60 años para determinar si la economía americana salió o no de una recesión, o sea, cuanto creció la economía una vez que supera el máximo nivel de producción alcanzado antes de la recesión. Cabe acotar que por lo general, el PBI entre máximos cíclicos, donde la disponibilidad de recursos excedentes es reducida, crece a menores tasas que durante la etapa de recuperación. En términos del análisis de contabilidad del crecimiento, cuando se considera el crecimiento económico de largo plazo se reducen las posibilidades de ganancias de productividad por efectos utilización y sus correspondientes ventajas de ahorro de costos.

Analizando la economía de largo plazo, mediante la comparación de sus máximos cíclicos, el periodo actual 1998-2013 presenta un crecimiento del 2,2% por debajo de su tendencia de largo plazo: 2,7% 1913-2014 (3,1% si se introduce la década previa al centenario)[7]. De acuerdo al siguiente gráfico, el régimen macroeconómico actual si bien se destaca por la recuperación acelerada del nivel de producción postcrisis, genero un crecimiento de largo plazo inferior a otros periodos: 1987-1998, 1951-1974, 1944-1951.

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Grafico 2: Serie PBI ARKLEMS Serie Encadenada 1913-2013 (logaritmos naturales de la serie Tornquist en millones de pesos de 1993). Crecimiento entre Máximos Cíclicos. Grandes Depresiones Económicas.

Por lo tanto, Argentina resulta un caso singular cuando se considera los movimientos de mediano y largo plazo del PBI. Este país creció a una tasa promedio del 2,2% entre máximos cíclicos 1998-2013, lejos de las supuestas tasas chinas del período de recuperación, siendo el país que menos creció a largo plazo de la región incluso por debajo de Brasil y México.

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Grafico 3: Crecimiento Económico en América Latina 1998-2012. Fuente CEPAL y ARKLEMS+LAND

Otra particularidad del caso argentino, ya señalada anteriormente es la distorsión que presentan los cálculos oficiales del PBI, independiente del año base, sobre todo a partir del 2008. El siguiente grafico destaca que la brecha en el tamaño físico de la economía entre los cálculos oficiales y las series ARKLEMS es notable.

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Grafico 4: Serie PBI ARKLEMS Serie Encadenada y Laspeyres  y SERIES INDEC base 1993 y base 2004. Índice de Volumen Físico 1990=100

Desde el año 2008, la economía argentina dejo de crecer en términos per cápita. El PBI ARKLEMS encadenado creció solo un 1,4% promedio anual para el periodo 2008-2014. Tomando en cuenta el crecimiento de la población entre censos, el crecimiento del PBI per cápita habría sido nulo, declinación no reconocida en el cálculo oficial del INDEC tanto en la vieja base como en la “nueva”.

La estimación ARKLEMS encadenada permitió comparar la trayectoria de crecimiento en diversos periodos del último siglo. Como resultado de los procedimientos aplicados, al contrario de los cálculos oficiales, se comprueba que el periodo de crecimiento del actual régimen macroeconómico no fue el mayor, ni el más prolongado, ni el único que generó tasas chinas de los últimos cien años. Más aun, Argentina fue el país que menos creció a largo plazo de América Latina.

 

REFERENCIAS

 

Coremberg, A. Heymann D., Goldzier, P., y Ramos, A. (2007): “Patrones de Inversiòn y Ahorro en Argentina 1950-2006”. Serie Macroeconomia del Desarrollo n.63. Cepal Santiago

Coremberg, A. (2009): “Medición de las Fuentes del Crecimiento en una economía inestable. Productividad y Factores Productivos por Sector de Actividad. ECLAC Buenos Aires Office. Estudios y Perspectivas 41

Coremberg, Ariel (2014): Midiendo La Productividad y Las Fuentes del Crecimiento de La Economía Argentina. El Proyecto ARKLEMS+LAND. Cap.8 Libro Progresos en Medición de la Economía. Asociación Argentina de Economía Política. Ed. Temas, en edición.

Coremberg, Ariel y Marisa Wierny (2014): NUEVOS MITOS SIN RESPALDO:

Las Nuevas Cuentas Oficiales del PBI año base 2004. Blog Foco Económico

Dorin, Federico y Daniel Perrotti (2014): Números Índice y Teoría Económica. Cap.3 Libro Progresos en Medición de la Economía. Asociación Argentina de Economía Política. Ed. Temas, en edición.

Hausmann R., Pritchett L., y Rodrik D.(2005), Growth Accelerations, Journal of Economic Growth, 10, 303-329

 

[1] ARKLEMS-UBA. Profesor de Teoría y Medición del Crecimiento Económico-Universidad de Buenos Aires. Experto en Cuentas Nacionales. Ex Consultor INDEC en PBI y Matriz Insumo-Producto.

[2] Además, por el conocido efecto de sesgos sobre el PBI nominal por utilización de índices de precios de base fija para indexar en la coyuntura la serie a precios constantes, se hubiera esperado por el contrario, un ajuste negativo del nivel del PBI a precios corrientes. Cuestión que sucedió en el cambio de año base 1993 respecto de la anterior 1986.

[3] Para una explicación detallada de índices encadenados en el contexto de índices de precios, ver Dorin y Perrotti (2014) y para el contexto del análisis de productividad y fuentes de crecimiento en  Coremberg (2009) (2014).

[4] Se agrega el período 1900-1913 medido por Laspeyres, periodo en el cual todavía no se pudo realizar encadenados y una proyección del año 2014 a los fines de completar el análisis.

[5] El sesgo por composición entre las series ARKLEMS encadenada y ARKLEMS base 1993 es de solo un 0,6% promedio anual (acumulada a lo largo del total de la serie).

[6] Rostow (1965), Hausmann et.al. (2005).

[7] Esta forma simple de calcular la tendencia da resultados similares al filtro Hodrick-Prescott o más sofisticados.