Precios máximos: teoría y aplicaciones a la macroeconomía argentina

Algunos problemas de la economía argentina parecen complejos, pero entenderlos es muy fácil. Sólo requiere de la teoría de los precios máximos.

La teoría de los precios máximos es una de las primeras cosas que se enseñan en la carrera de Economía después que un estudiante entiende los principios de oferta, demanda y equilibrio de mercado. Un ejemplo clásico es Alemania en 1947 donde, como consecuencia de precios máximos,  la producción era un 50% de su potencial y los alimentos estaban racionados entre 1000 y 1500 calorías por día. Luego de liberar los precios (reducir impuestos y cambiar la moneda), la oferta aumento, la escasez despareció y comenzó el milagro económico alemán (video y articulo sobre Alemania en inglés). A pesar de no estar en una situación tan dramática como la alemana, la economía argentina está sufriendo grandes costos por la imposición de precios máximos en los mercados de energía y de divisas.

Gráfico 1

Equilibrio de mercado

El gráfico 1 muestra las curvas de oferta y demanda y el equilibrio de mercado. En el eje horizontal medimos la cantidad negociada y en el eje vertical el precio de cada unidad vendida. La curva de oferta representa el precio al cual las oferentes están dispuestas a vender distintas cantidades de un bien.  Cuanto más alto es el precio, mayor es la cantidad ofrecida en el mercado. La curva de oferta refleja el costo de la última unidad producida y es creciente porque estamos suponiendo que a medida que producimos más, el costo de la última unidad producida aumenta. El ejemplo clásico de este fenómeno, de David Ricardo, es el de la agricultura. A medida que aumenta la producción, la siembra se desplaza a tierras donde el rendimiento por hectárea es menor y, por ende, el costo de producir es mayor. La curva de demanda representa el precio que las consumidoras están dispuestas a pagar por distintas cantidades de un bien; el valor que las consumidoras le asignan a la última unidad consumida del bien.  La pendiente negativa refleja el supuesto que cuanto más consumimos de un bien, menos lo valoramos. El punto E en el gráfico representa el equilibrio del mercado dado por el precio Peq y la cantidad Qeq. Si el precio fuese mayor que Peq, las productoras querrían ofrecer una cantidad sobre la curva de oferta mayor a la que las consumidoras estarían dispuestas a pagar y ante el exceso de oferta del bien, el precio caería hasta llegar al de equilibrio, Peq. Si el precio fuese menor que Peq, la cantidad demandada sería mayor a la ofrecida y ante el exceso de demanda el precio subiría hasta llegar al equilibrio Peq.

El gráfico 2 refleja una situación en la que el gobierno impone un techo de Pmax al precio de un bien. A dicho precio la cantidad demandada es QD pero las productoras sólo están dispuestas a ofrecer la cantidad QO. Como el precio no puede subir surge un conflicto por el faltante QD – QO. Este conflicto se puede resolver si el gobierno genera incentivos para que las productoras ofrezcan QD o mediante un método para racionar la cantidad QO. El segundo caso genera incentivos para que emerja un mercado negro para el bien con precios regulados

Gráfico 2

Exceso de demanda con un precio maximo

 

Precios máximos en Argentina

En mercados relacionados al uso de energía (gas, electricidad, transporte público) el gobierno ha decidido resolver el conflicto mediante un subsidio. Las consumidoras compran la cantidad QD al precio regulado, Pmax, y el estado se hace cargo de la diferencia entre el costo marginal y el precio.  Esto es ineficiente ya que la gente está consumiendo energía que valora al precio pmax pero que es en realidad mucho más cara. Estos subsidios, representados por el triángulo con base QD – QO y altura igual a la diferencia entre el costo marginal de producir la cantidad QD y el precio regulado, representan aproximadamente un 5% del PIB, un número muy similar al déficit fiscal.  Esta situación está representada en el gráfico 3.

Gráfico 3

Precio maximo con subsidios

El gráfico 4 muestra la evolución de todos los subsidios a empresas nacionales de servicios públicos desde 1989. Los datos revelan el gran aumento de estos gastos a partir del 2004. El 97% de los subsidios proyectados para 2014 corresponde a energía y transporte. Las transferencias a ENARSA para cubrir los subsidios al uso del gas y a CAMMESA para cubrir el subsidio al uso de electricidad representan casi el 60% de todos los subsidios.

Gráfico 4

Subsidios a empresas nacionales de servicios públicos

Otro importante precio regulado en el país es el de la moneda extranjera. Durante la convertibilidad y con el sistema de tipo de cambio cuasi fijo imperante hasta 2011, el BCRA regulaba el precio del dólar al mismo tiempo que compraba y vendía esta moneda para equilibrar la oferta y la demanda. Desde la instauración del control de cambios a fin de 2011 nos encontramos en una situación en la que el dólar tiene un precio regulado al cual la demanda excede a la oferta. En el gráfico 2, al precio pmax, la oferta de dólares es QO  pero la cantidad demandada es QD, por lo que el gobierno tiene que implementar una manera de racionar los dólares.  La cantidad de dólares que compra la asigna a servir la deuda externa, a importar energía y otros insumos que considera esenciales, al turismo y al atesoramiento de algunos. Este esquema representa un impuesto a los que deciden exportar y un subsidio a los que compran dólares al precio oficial (ver nota de Pablo Kurlat aqui). Como hay gente que está dispuesta a comprar y vender dólares a un precio más alto que el oficial surgen mercados no oficiales para negociar moneda extranjera como el dólar blue y el dólar bolsa (Ivan Werning escribió esta nota sobre la determinación de este precio). El racionamiento de dólares y la imposibilidad de pagar importaciones con el dólar no oficial contribuyen a la falta de insumos y a la recesión.

En estos mercados, la inflación y el paso del tiempo agravan el problema. A medida que pasa el tiempo en una economía con inflación el precio del bien regulado en relación a los demás bienes cae, agrandando el problema. La caída en el precio relativo aumenta la cantidad demandada así como la brecha entre el precio de oferta y el precio regulado. El incremento del consumo aumenta el número de unidades subsidiadas y al aumento de la brecha sube el subsidio por unidad. La combinación es explosiva. En este contexto, los repetidos anuncios del gobierno de la eliminación de los subsidios, sin eliminar la regulación del precio nominal son soluciones transitorias que hay que volver a corregir a medida que la inflación erosiona los ajustes. Lo mismo pasa con el dólar. A principios de año el BCRA aumentó el precio oficial del dólar pero la inflación ya erosionó gran parte de ese aumento.

Liberar el precio de la energía y dejar flotar el peso eliminaría la escasez de dólares, eliminaría la ineficiencia en el uso de energía y reduciría el gasto público en un 5% del producto, haciendo posible eliminar la inflación. La ganancia social de estas medidas debería alcanzar para moderar el impacto de las mismas sobre la población más vulnerable.