Cambio de paradigma de estímulo a la inversión

Utilizando la información pública disponible evalúo el efecto de la reforma propuesta sobre la tributación al factor capital. El principal cambio consiste en que la tributación de las empresas se pasa a base devengada.  Es decir, independientemente de la política de retiros de los accionistas, éstos pagan de acuerdo a su tasa marginal de impuesto como personas, al momento que se genera la renta.  En el caso de una sociedad anónima que distribuye el 30%  de las utilidades (mínimo legal), la tasa de tributación sobre el capital sube de 26% en la actualidad a 35% con reforma.  Sin embargo,  si aplicamos una cláusula de depreciación instantánea sobre una parte de la inversión, por ejemplo sobre el equivalente al 30%  de las utilidades totales -antes la empresa aplicaba depreciación acelerada sobre toda la inversión-,  la base tributable de la empresa cae y la tasa de tributación sobre el capital, para este ejemplo, sería similar a la situación que habría con la legislación actual.

Si la depreciación instantánea aplica a toda la inversión en activos fijos, la tasa efectiva de impuesto sobre el capital sería probablemente menor que la actual. Sin embargo, suponemos que existirán límites a la cláusula de depreciación instantánea.  La virtud de la depreciación instantánea por sobre el incentivo actual a la inversión, es que hoy no se discrimina por el destino de las utilidades retenidas. Se beneficia igual la inversión en el extranjero o negocios financieros especulativos, que la inversión en activos industriales que generan empleo en Chile. Mientras que la depreciación acelerada es un incentivo a la inversión que genera empleos en Chile.  Entonces no se acabó  el incentivo a la inversión, solo cambió la forma de calcularlo y el tipo de inversión que se estimula.
 
¿Qué pasa con el impuesto al capital con la reforma en relación con nuestros competidores?  Comparemos el impuesto al capital con reforma en Chile con los países con que competimos, ya que el capital es el factor que tiene mayor movilidad internacional y por tanto debemos ser competitivos respecto de otros países en su tributación.  En el promedio de los países de la Ocde  de menos de US$ 25 mil  per cápita,  la combinación de impuestos a las empresas y las personas, sin integración tributaria, entrega una tasa nominal de 46% para la tributación al capital, comparada con el 35% de la propuesta de reforma.  Si comparamos con América del Sur,  la tasa nominal equivalente es 49%.
 
Es decir Chile, se acerca, pero aún queda distante de los países con que compite en la tasa marginal de impuesto al capital. Nuestro país sigue siendo más atractivo que los vecinos. La propuesta de reforma cambia el paradigma de estímulo a la inversión, lo enfoca en inversión en activos físicos,  no lo elimina. No obstante este nuevo paradigma mejora sustantivamente la equidad horizontal y vertical, ya que reduce las posibilidades de elusión al eliminar la renta presunta en empresas de transporte y el fondo de inversión privada, todo lo cual fortalece la integridad del sistema tributario. Al mantener la integración del impuesto a la renta, se evita una transformación administrativa drástica, lo cual facilita la administración de la reforma.
 
Académico UAI. Además es coordinador de los expertos energéticos del programa de Michelle Bachelet
 
Columna publicada en la sección de Negocios del 23 de junio de 2013