Para Eduardo Lora, maestro, compañero y amigo de varias generaciones de economistas latinoamericanos

Hace unas semanas se conoció que Eduardo Lora, economista colombiano y colaborador de este foro, deja el cargo de Economista Jefe del Banco Interamericano de Desarrollo del que estuvo encargado por más de cuatro años. Además de este rol, Eduardo tuvo durante esos años el de Gerente del Departamento de Investigaciones del banco. Este último es también el cargo desde el que acompañó a Ricardo Hausmann,  a Guillermo Calvo y a Santiago Levy, los Economistas Jefe que lo precedieron, a dar forma al Departamento de Investigaciones Económicas del BID tal como hoy lo conocemos.

Con motivo del retiro de Eduardo del rol en que venía desempeñándose, desde el que impactó de una manera tan importante no sólo el desarrollo de la investigación económica orientada a la política pública para la región, sino también la vida profesional y personal de un número grandísimo de economistas, hoy queremos rendirle en este foro un pequeño homenaje. Como hay tantas cosas importantes que con frecuencia quedan sin decirse o no se dicen lo suficiente, estamos prestando hoy nuestro espacio para recoger las palabras de colegas y amigos que han visto sus vidas de una u otra forma tocadas por Eduardo. Se las entregamos para que lleve en esta nueva etapa que comienza, el buen augurio de lo que ha entregado hasta ahora a las personas que lo rodean.

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“Aunque no he tenido el privilegio de trabajar en forma directa con Eduardo, nuestra actividad profesional se ha cruzado indirectamente en varias oportunidades. En mi experiencia en Fedesarrollo mientras Eduardo fue Director Ejecutivo fui testigo de su compromiso,  dedicación, liderazgo y de su enorme capacidad de trabajar en equipo. Esto, sumado a sus cualidades humanas y profesionales, hicieron de Eduardo uno de los mejores Directores que ha tenido la institución y un jefe excepcional. Además de un gran amigo, Eduardo ha sido para mí un ejemplo de sabiduría, profesionalismo, responsabilidad, honestidad y generosidad intelectual. Una cualidad que siempre he admirado en Eduardo como economista es su capacidad de combinar exitosamente el rigor académico con la relevancia práctica. Por esto, su trabajo ha tenido gran trascendencia no sólo en Colombia sino también en la región Latinoamericana y seguirá teniendo una enorme relevancia e impacto”.

María Angélica Arbeláez

 

“Conocí a Eduardo cuando yo tenía 22 años. Él era director de Fedesarrollo y yo asistente de investigación. Me enseñó de modelos de equilibrio general, cuando hacerlos en Colombia era casi que un acto exótico. En los tres años siguientes de trabajos juntos, me sorprendió la fortaleza microeconómica de Eduardo, cuando hacer microeconomía en Colombia era, igualmente, exótico. Luego me fui a hacer un doctorado, con la suerte que la universidad me botó. Cuento con los dedos de una mano las personas que siguieron apostando por mí. Eduardo fue una de ellas. Comencé a trabajar con él en la oficina del Economista Jefe del BID, en la cual Eduardo era –y aún lo es— la persona que empujaba toda la logística. El armó el programa de asistentes de investigación; el dio línea en las áreas de investigación; el metió a la oficina al tema de las reformas micro para impulsar el crecimiento y la equidad en los países de América Latina. En esa etapa volví a  aprendí mucho de él sobre economía política y medición económica. Desde ese entonces, Eduardo continuamente me ha sorprendido con sus ideas interesantes; con sus riesgos intelectuales valiosos (¿cuantos economistas se le han metido seriamente a estudiar la noción de “bienestar”?). Eduardo es un pragmático que no deja que la ideología se le meta en sus ideas. Es un investigador riguroso y serio con los datos. Y lo que mas admiro de Eduardo es su honestidad intelectual, cuando ser honesto intelectualmente es, literalmente, un acto exótico..”

Felipe Barrera-Osorio

 

“Sin duda la trayectoria de Eduardo Lora en RES dejará una marca en la institución, en el Departamento y en quienes compartimos algunos de esos momentos.  Su contribución va mucho más allá de su valioso aporte analítico. Eduardo siempre logró convocar a un excelente equipo de investigadores, que bajo su liderazgo ganó el respeto y reconocimiento entre la comunidad de economistas latinoamericanos o vinculados a temas de la región.  En lo personal, guardo felices recuerdos e importantes aprendizajes de mis años en RES, mis primeros en el Banco. A Eduardo le agradezco por su apoyo y calidez en esos tiempos y en las oportunidades que tuvimos de interactuar después, que ojalá se repitan en el futuro.”

Marina Bassi

 

«Eduardo kept the ship of sound research afloat at the IDB for years, looking not for regard from shipmates and passengers but rather for the facts and for the true analysis that those facts compelled, and the conclusions and policy actions that would then benefit the region. Without fuss nor fanfare, he was the force behind the production, year after year of reports (those IPESes!) that long after I left the IDB I found I needed to read. His own individual contributions, while critical, were often below decks. That is too often the fate of research economists who work in multilateral banks on institutional reports. Two specific contributions that continue to fly proudly from the IDB mast however do come to mind. He invented an early and credible index of liberalizing reforms in the region, an example of careful work communicated well that has more than stood the test of time. And I remember his enthusiasm, insight and contribution on the flagship that dealt with happiness research. But these examples are only two of many. Eduardo is a strikingly original and productive researcher who thinks and writes with precision and clarity. He will be sorely missed at the IBD. I look forward to his future contributions as an independent researcher».

Nancy Birdsall

 

“No voy a escribir sobre Eduardo Lora en su rol de investigador académico ya que su larga trayectoria y su record hablan por si solos. Tampoco voy a escribir sobre su persona: a los pocos segundos de conversar con él uno se da cuenta de su gran calidad humana. Prefiero, en cambio, comentar brevemente sobre su rol dirigiendo el Departamento de Investigación del BID (RES, para los amigos) ya que he tenido la muy buena fortuna de poder trabajar allí durante los últimos cuatro años. Eduardo ha sido una persona de una tremenda generosidad profesional que se tradujo en un gran crecimiento de RES y de los economistas que por allí pasaron. Por un lado, bajo la dirección de Eduardo el departamento tuvo una altísima efectividad, no sólo en términos de publicaciones (en los últimos 5 años se publicaron 25 libros y más de 300 papers) sino también de alcance. Fue gracias a una visión muy clara impulsada por Eduardo que se logró cementar una amplia red de investigadores en Latinoamérica permitiendo al BID transformarse en un enlace importante entre los académicos y los policy makers de la región. Por otro lado, los economistas que hemos pasado por RES también crecimos mucho profesionalmente en ese período y eso ha sido gracias al excelente ambiente de trabajo y profesionalismo fomentado y cultivado por Eduardo. Siempre ofreciendo oportunidades, valorando la producción académica y ayudándonos a abrir nuevas puertas en un clima de mucha libertad. El legado de Eduardo es, ni más ni menos, que un departamento de investigación de lujo muy engranado con los grandes centros de investigación que existen en Latinoamérica. Sólo me quedan palabras de agradecimiento y reconocimiento para él por su apoyo, su confianza, su respeto y su cordialidad permanentes”.

Matías Busso

 

Un Breve pero Sincero Reconocimiento a Eduardo Lora

«Tuve la fortuna de trabajar con Eduardo durante mi estadía en el BID desde 2001 a 2006. Eduardo fue lo que, muy apropiadamente en este caso, se puede denominar «mi mano derecha». Pude apreciar la capacidad de Eduardo para dirigir RES, desde los aspectos de mayor trascendencia –como la confección del IPES, por ejemplo– hasta los temas administrativos más nimios. Y todo sin batahola, sin palabras altisonantes…con tanta naturalidad que todo parecía fluir sin ningún esfuerzo, cumpliendo todos los plazos –con mucha elegancia, sí, elegancia es posiblemente la palabra más adecuada—. Estas virtudes son más que suficientes para un «deputy», pero Eduardo fue y es mucho más. Eduardo es un economista altamente comprometido con la profesión, con una capacidad admirable para investigar y explicar un abanico de temas que van desde aspectos de la coyuntura hasta la teoría del bienestar, y desde América Latina hasta China.

Hoy Eduardo deja el cargo de economista jefe del BID lo que, seguramente, no va a ser un hecho menor para la institución. Esto es preocupante, pero en cuanto a Eduardo respecta este hecho le va a permitir volar en muchas otras direcciones que su trabajo en el BID no se lo permitía. Estoy seguro que sus próximos destinos van a estar llenos de éxito y espero tener el gran gusto de recibirlo en la Universidad de Columbia y, de esta manera, enriquecer a mis estudiantes y a mí mismo con su conocimiento y sabiduría. Con mis sinceros y mejores deseos,»

Guillermo Calvo

 

“De manera un poco apresurada escribo estas palabras sobre Eduardo Lora, querido maestro, jefe, coautor, colega y amigo. Eduardo ha sido una persona influyente en mi vida profesional, desde el momento en que lo conocí como profesor en la Universidad de los Andes y desde que fui su asistente en mi primer trabajo en Fedesarrollo. Ha sido un gran formador de economistas, así la mayor parte de su vida no haya transcurrido en las aulas universitarias. Es una de las personas más ordenadas, metódicas, rigurosas y honestas que conozco. Además tiene un gran sentido práctico, que le permite identificar fácilmente lo relevante y dejar pasar lo accesorio. Su principal virtud es el liderazgo sin protagonismos. Pone a su equipo por encima de sus intereses personales. No tengo duda que sin esta habilidad RES no sería lo que es hoy. En muy buena parte la capacidad del BID de producir trabajos colegiados de alto impacto se le debe a Eduardo, quien le da armonía y cohesión a un grupo que es más que la simple suma de los grandes talentos individuales que lo han conformado a través de los años.”

Mauricio Cárdenas

 

“Eduardo: muchas gracias por la generosidad, el entusiasmo y la paciencia que me has demostrado en estos años de trabajo juntos”.

Francesca Castellani

 

“Conocí a Eduardo Lora en 2006, cuando junto con Guillermo Calvo, me contrató como economista en RES. Desde entonces he desarrollado con él una relación basada en el respeto profesional y el afecto personal. Hay tres características de Eduardo que quiero resaltar por sobre todas sus virtudes: la calidez humana, su incansable dedicación al trabajo, y su compromiso con la investigación de la más alta calidad. Eduardo como Jefe siempre predicó con el ejemplo, siendo el primero en llegar todas las mañanas a la oficina, y absorbiendo más trabajo que el que le correspondía para defender el tiempo del resto de los investigadores. Para muchos de nosotros Eduardo ha sido más que un Jefe: es un mentor y un amigo. Gracias Eduardo!”

Eduardo Cavallo

  

EDUARDO LORA, MAESTRO, COMPAÑERO Y AMIGO

“Conocí a Eduardo en la universidad, cuando yo era estudiante y él, profesor de Macro 3. Algunos años más tarde nos volvimos a encontrar en Fedesarrollo, y ahí nació la amistad que mantenemos hasta hoy. Durante todos estos años, Eduardo ha sido mi maestro, mi compañero y mi amigo.

En Fedesarrollo, siempre, mucho más conocedor de todos los temas que yo, fue un gran apoyo en mi trabajo como investigadora, y muy especialmente en el proceso de elaboración de mi tesis de post grado. En Dinero, dónde estuve 13 años, primero como subdirectora y luego como directora, Eduardo me acompañó siempre con su columna cada quince días.

Recuerdo mucho su gran visión respecto a lo que estaba pasando en China, cuando nadie en Latino América estaba hablando de esto. Sus columnas hablaban de las altísimas tasas de crecimiento de este país, su enorme demanda por recursos naturales y su infinita capacidad de invadir al mundo con todo tipo de productos, afectando las balanzas comerciales de los países y llevando al desequilibrio de las monedas en el mundo.

Recuerdo igualmente, sus investigaciones sobre la felicidad de  los latinoamericanos, lo cual resultaba paradójico dado el bajo ingreso per cápita y la enorme desigualdad.

Pero, más importante aún, que todos los consejos y el apoyo en el trabajo a lo largo de estos años, es la amistad que me une a Eduardo.  Eduardo es generoso y está siempre presente. Eduardo es un amigo de verdad”.

Rosario Córdoba Gárces

 

“Eduardo Lora seguramente no aceptaría homenajes muy diferentes a este, discreto, profundo y entre sus amigos. Pero haría falta un homenaje público y muy visible para que mucha gente que no lo conoce se enterara del trabajo y la vida de Eduardo. Son muchos años en el BID dedicado a un trabajo serio, siempre original, siempre cuidadoso. Sus estudios comparativos le han permitido a cada país de Latinoamérica verse desde afuera, con un lente amplio y objetivo. Siempre quisimos tenerlo en Colombia, pero desde afuera nos aportaba la perspectiva que tanta falta nos hace. El BID pierde a un economista que le imprimió durante todos estos años un sello de calidad a sus análisis y sus políticas. Pero con seguridad lo ganaremos para otras tareas, aportando sus ideas críticas y novedosas con su estilo prudente y discreto. Celebro el cierre de esta etapa de su vida profesional porque nos da  la oportunidad de manifestarle la admiración y el aprecio que le tenemos todos los que hemos sido sus pupilos, colegas y amigos del alma.”

Catalina Crane

 

“Eduardo Lora se ha distinguido a lo largo de su carrera por ser un excelente economista y mejor persona. Como economista se lo puede denominar como un “todo terreno”. En contraposición con la tendencia de los últimos años en especializarse en ciertas áreas especificas de la economía, Eduardo ha logrado mantenerse al tanto de los avances en diversas áreas y ha desarrollado una gran flexibilidad para adentrarse en nuevos temas con significativo éxito. En Recursos Humanos en los últimos años se habla de las bondades de tener un perfil de conocimiento con una forma “T”: manejo básico de una gran variedad de temas y profundidad en un área en particular. El perfil de Eduardo podría describirse como un gran número de Ts una a continuación de otra y que se continúan acumulando a medida que pasa el tiempo. Ha investigado temas fiscales, de economía política, felicidad y bienestar subjetivo, mercados de trabajo, regulaciones, privatizaciones y muchos otros más. Además, la pasión de Eduardo por la literatura lo ha convertido en un eximio escritor, con una tremenda capacidad en comunicar de manera simple, atractiva y clara cuestiones técnicas y complejas. Pero creo que sus cualidades como persona son dignas de igual o mayor reconocimiento. Eduardo es una persona cálida, respetuosa, con empatía y buen humor. Quienes hemos tenido el privilegio de trabajar para él en RES, hemos disfrutado de su visión estratégica, su apoyo incondicional y, por sobre todo, su confianza para lograr que nuestra investigación no solo redunde en publicaciones sino también en mejoras en el diseño de políticas públicas en la región. Gracias y saludos!”

Julián Cristia

 

“En los años en que Eduardo estuvo liderando el Departamento de Investigaciones del BID, nos puso a pensar y a debatir sobre una gran variedad de temas que van desde la geografía hasta el desarrollo de los mercados hipotecarios. Ahí cabe de todo. En todo esto, Eduardo nos guío en el proceso de estudiar rigurosamente y aprender juiciosamente para poder aportar algo en la discusión de estos temas.

Aparte de ser un maestro en temas analíticos, de Eduardo he aprendido mucho de administración y manejo de grupos. La idea de Eduardo de buscar en la personas características humanas que van más allá de lo puramente técnico para conformar grupos de trabajo, es lo que ha permitido que por donde pase cree equipos cohesionados altamente productivos. De alguna manera Eduardo nos ha enseñado a buscar en los demás y en nosotros mismos, muchas de las magníficas cosas que otros vemos en él.

Ahora que se cierra este capítulo liderando Res, con seguridad seguiremos viendo a Eduardo dar lora desde otras tribunas. Ojalá desde ellas también encontremos espacios de colaboración.”

Arturo Galindo

 

“Trabajé para Eduardo dos años en el BID. Editamos un libro juntos (con John Gallup). Trabajamos en uno de los temidos reportes anuales. Conversamos muchas, muchas veces. Sobre todos los temas. Siempre me llamó la atención su honradez intelectual. Eduardo nunca ha tenido compromisos, ni ha subordinado sus opiniones a alguna ambición o cálculo estratégico. Nunca ha querido aceptar un cargo público. Y no creo que lo haga. Jamás aceptaría comprometer su independencia. O someterse a la demagogia de las democracias modernas.

Pero Eduardo no es sólo un intelectual sin tacha. Posee una característica aún más escasa en este mundo de las ideas donde el éxito se mide en páginas y citaciones: Eduardo siempre ha estado dispuesto a trabajar denodadamente en proyectos colectivos sin esperar mucho a cambio. Recuerdo que era capaz de escribir diez y más páginas en un solo día con una disciplina admirable. Y realizaba al mismo tiempo un montón de tareas de dirección y coordinación. Las suyas y con frecuencia las de otros. En fin, un intelectual independiente y generoso, una combinación extraña.

Por colegas como Eduardo vale la pena ser economista. Para mí es un gran ejemplo como colega y como persona.”

Alejandro Gaviria

 

“Nueve años han pasado desde que empecé a trabajar con Eduardo Lora en el Departamento de Investigación del BID y no termino de asombrarme de su inteligencia, su creatividad, su productividad (¡nunca se cansa!), pero sobre todo, su calidad humana. Hoy en esta etapa que culminamos, quiero darle las gracias por ser un gran jefe, mi maestro, mi consejero y por enseñarme a amar esta profesión”.

Andrés Gómez-Peña

 

«En la vida no solo es conveniente sino particularmente importante tener suerte. La suerte hace que las cosas a uno le salgan bien, cuando con el mismo esfuerzo, bien podían haber salido mal. Pienso esto porque debo confesar que me siento increíblemente orgulloso y satisfecho por lo logrado durante los 6 años y medio que pasé como Economista Jefe del Banco Interamericano de Desarrollo, entre Febrero de 1994 y Agosto del 2000. Las cosas salieron bien. Creamos un nuevo grupo de investigación para América Latina que resultó ser extraordinariamente productivo e importante. Pusimos a correr nuevos temas y dejamos huella en la agenda de investigación y de política de la región. Además, ayudamos a formar jóvenes asistentes de investigación que dieron sus primeros pasos profesionales con nosotros antes de seguir al PhD y a una exitosa carrera académica y de política. Y aquí es donde interviene la suerte. Nada de esto se hubiese logrado sin la fortuna de atraer a Eduardo Lora al equipo. Yo conocí a Eduardo a través de mis visitas a Fedesarrollo y siempre estuve maravillado por la capacidad de esa institución de hacer trabajo serio, influyente y bien escrito. Fedesarrollo era y sigue siendo una institución única en Colombia y en América Latina. Atraer a Eduardo al BID era una aspiración lógica para el BID, pero bien podría no haber calzado con los planes de familia y de vida de Eduardo. Afortunadamente no fue así y Eduardo se unió al equipo bien temprano en su proceso de formación. Hay cuatro características que tiene Eduardo que lo hicieron fundamental en la creación del grupo. Primero, Eduardo trajo muchas ideas. Cabe un ejemplo: su experiencia previa con temas de medición económica lo hizo inventar los índices Lora de reformas estructurales. Estos permitieron una muy provechosa literatura que abordó tanto los impactos de las reformas sobre la estabilidad y el crecimiento, como sobre las causas políticas de las mismas. Con ello afectó tanto la literatura sobre crecimiento como sobre economía política, y lo hizo no solo mediante los papers que él escribió, que fueron muchos, sino a la increíble rapidez con la que un buen número de investigadores comenzaron a usar los Indices Lora. En segundo lugar, Eduardo trajo un know-how en materia de publicaciones que ninguno de los demás miembros del equipo tenía. Eduardo es capaz de cubrir todas las bases. Concibe, planifica, gerencia y escribe tanto las versiones técnicas como las dirigidas al gran público o a los tomadores de decisión y, hasta se preocupa de la estética gráfica. En tercer lugar, Eduardo es un increíble mentor. Todos los que han trabajado con él, y especialmente los más jóvenes, han sido estimulados y guiados en su vida profesional como pocos otros son capaces de hacer. Eduardo les dejó una marca indeleble y ellos, un agradecimiento eterno. Finalmente, Eduardo trajo una personalidad única al grupo. Eduardo es hiper-trabajador, hiper-responsable e hiper-disciplinado. Con esas características, cabría esperarse a un neurótico intratable. Sin embargo, Eduardo es hiper-tranquilo, hiper-modesto, hiper-cordial, hiper-educado, hiper-estable e hiper-generoso. No creo conocer a nadie que reúna esa mezcla de atributos. En todo caso, no la teníamos en nuestro grupo, por lo que Eduardo tuvo un efecto sistémico en todos nosotros, facilitando la cohesión, la cooperación y la civilidad. Todas estas características hicieron que Eduardo jugara un rol central en mantener cohesionado al equipo en todas las exitosas transiciones de liderazgo que ocurrieron con la entrada de Guillermo Calvo y luego de Santiago Levy. Como decía antes, en la vida es particularmente conveniente tener suerte. La verdad que en mi pase por el BID tuve la increíble suerte de contar con Eduardo Lora. Nos hizo a todos en el departamento mucho mejores de lo que cabía esperar. Creo que el BID tuvo una gigantesca suerte de tenerlo todos estos años. Eduardo contribuyó un ’jurgo’ (una de sus expresiones favoritas) al departamento de investigación, al BID, y a la región. Cabe una sola pregunta: quien contará ahora con esa suerte? A competir por sus talentos!»

Ricardo Hausmann

 

«Cuando yo era funcionario público en México no tenía el gusto de conocer a Eduardo Lora, pero había escuchado de él y leído algunos de sus trabajos. Como burócrata uno casi no tiene tiempo para leer papers académicos. Sin embargo, uno esta ávido de aprender más, saber que se está pensando en el mundo académico sobre diversos temas, cuales son las nuevas ideas. En esa época, los “Ipes” que producía el Departamento de Investigación del BID, muchos de ellos bajo la supervisión de Eduardo, y los propios libros y papers de Eduardo, me resultaron una ayuda importantísima. Gracias a ellos cambié mis punto de vista sobre asuntos torales, creo para bien. Leyendo los trabajos de Eduardo aprendía que se estaba haciendo en otros países, y que cosas que uno pensaba estaban equivocadas. Siempre encontré sus trabajos serios, útiles, balanceados, de gran calidad, y centrados en problemas reales. La producción analítica de Eduardo me sirvió para cometer menos errores, para poner las cosas en perspectiva, y para hacer mejor mi trabajo. En esa época descubrí  la gran contribución que hacen los departamentos de investigación de los organismos multilaterales, y en especial el Departamento de Investigación del BID, al buen diseño de políticas públicas en América Latina. Una labor indispensable y, casi diría, insustituible.

Conocí a Eduardo cuando me incorporé como funcionario del BID. He tenido el privilegio de ser su colega durante casi cinco años. Me encontré a una persona dedicada a la investigación sería, muy trabajadora; sobre todo, me encontré a un hombre comprometido con el desarrollo de América Latina, alérgico a las intrigas palaciegas, y con el temple para decir las cosas como son, no como a veces se desea que sean. Poco a poco la colaboración devino en amistad, y fui descubriendo a un hombre amable, cortes, solidario. Yo gane por todos lados, y el BID se benefició inmensamente de tenerlo en su seno.

Ahora Eduardo comienza una nueva etapa. Liberado de las cargas administrativas y burocráticas, podrá dedicar todo su tiempo a lo que más le gusta: la investigación seria y profunda de los problemas de desarrollo de la región. Lo disfrutaremos mas en Lacea, podremos leer más de su producción, aprenderemos más de él. Él tendrá más tiempo también para leer nuestros papers, darnos sugerencias, asistir a nuestros seminarios, y gratificarnos con su conversación. Todos saldremos ganando, y ojalá él más que nosotros; más que merecido.

Los cargos públicos van y vienen; hoy aquí, mañana allá. En el fondo son lo de menos. Lo que realmente importa es la generosidad del espíritu, la honestidad intelectual, el compromiso con los que menos tienen, y la disposición de dedicar esfuerzo y talento a un proyecto más grande que el avance personal. Eso es los más, y eso es lo que Eduardo tiene. Perder a un colega es lo menos; ganar a un amigo es lo más. Muchas gracias Eduardo.»

Santiago Levy        

 

“Conocí a Eduardo hace mucho, demasiado tiempo para mencionarlo aquí. A lo largo de los años fue siempre un placer compartir con él momentos de charla seria, aprender de sus sagaces análisis y disfrutar de su singular buen humor. Todo esto continuará”.

Nora Lustig

 

“Eduardo, jefe, maestro, mentor, amigo. ¡Muchas gracias!”

Hugo Ñopo

 

“En un mundo dominado por especialistas, Eduardo es un excelente generalista.  Al igual que un buen médico general, Eduardo entiende que la realidad va mas allá de las visiones fragmentadas de los especialistas. Su arte, su dominio, su ventaja comparada radica en ver las interconexiones entre diferentes piezas y en hacer uso de su lógica y gran dominio de diferentes facetas de la economía para armarlas de una manera en la que ofrecen una nueva explicación de unos hechos a los que él siempre se refiere y trata de entender.  Con un gran dominio de la escritura, Eduardo no es sólo bueno en entender sino en explicar, contribuyendo con sus numerosas columnas a que cientos de personas hagan mayor sentido de la realidad que nos rodea.  Así se han gestados sus amplias contribuciones en economía política, economía laboral, economía impositiva y pública, entre otras muchas»

Carmen Pagés-Serra

 

“It would take several pages to list what makes of Eduardo a great economist, friend, and colleague, but since he used to close RES retreats with three words, I will also try with three things: (i) his intuition for what is important in economics and his ability to go to the core of the problem; (ii) his contagious laugh and ability to face the toughest challenges with a smile; (iii) Técnicas de Medición 
Económica.”

Ugo Panizza

 

“Eduardo hizo un extraordinario papel como Director del Research Department y Economista Jefe encargado del BID. Bajo su dirección RES amplió su campo de interés, antes muy centrado en lo macro/financiero, a temas microeconómicos y de política social de gran importancia para América Latina. Seguiremos atentos a sus contribuciones desde donde esté.”

Guillermo Perry

 

«It is been a great pleasure and an immense privilege to work with Eduardo over these last years at the IDB. There are many impressive things about Eduardo. One is his tremendous work ethic, in all the possible meanings of that phrase. He works hard, he always wants to uncover the truth and report it, he delivers what he promises and, very importantly for all of us that worked closely with him, he treats his colleagues with tremendous respect and gave everyone from the expert in the field to the research assistant tremendous encouragement and support. These qualities made Eduardo extremely successful both as a researcher himself and as the manager of the IDB Research Dept. During the period Eduardo has been at RES, his personal contributions and his contributions through the management of research projects and as a reviewer are way too many to mention. To name but one recent publication, the excellent flagship on the quality of life, «Beyond Facts» stands out as one of the most interesting and significant contributions to this area of research from any institution: multilateral, university or think-tank in the world. It is no coincidence that Eduardo is now invited to the top international meetings regarding this topic. It was simply a pleasure to work with Eduardo on one part of that research project. Most will also remember Eduardo’s work on reforms in Latin America. While this work was completed many years ago, as Europe appears to have put its eggs in the basket of escaping debt and currency problems by getting growth from «reforms», the conclusions from this work stand as a salutory warning that every economist interested in European and thus global economic stability should re-read. Eduardo has contributed so much to the research efforts at IDB, it is impossible to mention them all. I urge the reader to look at the output of RES over the last decade and assume that Eduardo was either personally involved, managed or commented on and imporved the vast majority of the papers, books and reports produced. While it is sad to see Eduardo leave the IDB, I know that he will continue to be incredibly productive, and that he will continue to make important contributions to research in Latin America and beyond.»

Andrew Powell

 

«Como para muchos de nuestros colegas y amigos, es para mí un enorme placer escribir unas líneas sobre Eduardo Lora. Lo que es difícil es por donde comenzar pues quizás la característica mas predominante de Eduardo es precisamente ser multifacético. ¿Hablamos de Eduardo, el renombrado economista de América Latina cuya contribución a la región va desde los innumerables trabajos de investigación escritos hasta el apoyo a muchos gobiernos para implementar las reformas más difíciles? Deben ser muy pocos los estudiosos de América Latina que no hayan utilizado, citado, replicado o actualizado el famoso índice de Lora que contestó a una pregunta que a pesar de obvia, no había sido respondida antes por nadie: ¿Cómo se mide el estado de las reformas en la región? ¿O hablamos de Eduardo el diplomático que pensó antes que muchos en la necesidad e importancia de facilitar las relaciones entre la región y Asia? ¿O por qué no hablar mejor sobre Eduardo el Gerente, oficio aprendido primero en su querido Fedesarrollo y perfeccionado luego en el Banco Inter-Americano de Desarrollo en donde apoyó, alentó e inspiró a más economistas de los que seguramente él puede recordar? ¿Y si hablamos de Eduardo el columnista? Y no me refiero solo a su columna en la famosa revista Dinero, en donde Eduardo desenmascara mitos de política económica con el mismo coraje con el que abarca temas de los que pocos se atreven a opinar. Han sido muchas las ocasiones en que al leer un periódico local de la región me he encontrado con un artículo de Eduardo—la última vez hace solo un par de semanas en el diario El Comercio, el diario mas respetado de mi natal Lima. Pero no, mejor dedico las pocas líneas que me quedan a Eduardo, el gran amigo y mejor ser humano. Es fácil querer ser amigo de Eduardo. Como no apreciar sus criterios de rectitud, honestidad y sentido de justicia. Y como no querer compartir una interesante conversación intercalada con bromas y unas buenas carcajadas. Así conocí a Eduardo hace ya cerca de dos décadas cuando se unió al naciente equipo del Departamento de Investigación del BID. Desde entonces hemos tenido la oportunidad de colaborar profesionalmente en repetidas ocasiones. Pero lo mejor han sido las muchas veces en las que simplemente nos reunimos (frecuentemente en el Tabard Inn—culpa de Carol Graham!!) para ponernos al día, cuando nuestras múltiples ocupaciones fueron culpables de largos meses sin conversar. En esas oportunidades, el tiempo se comprimía y lo único que nos hacía recordar el paso del tiempo es que de pasar de conversar sobre los colegios de nuestros respectivos hijos, pasamos a universidades…todavía no hablamos de nueras ni de nietos…tenemos mucho tiempo por delante. Tengo la dicha de llamarme su amiga.»

Liliana Rojas-Suarez

 

«Excelente economista, agudo investigador, gran profesional, genuinamente comprometido con el desarrollo de América Latina. Inmensamente efectivo como promotor de la investigación aplicada en la región. Hábil en conectar estratégicamente la investigación con la politica pública. Conocí a Eduardo hace más de 15 anhos y compartí muchas sesiones de trabajo en proyectos de la Red de Centros de Investigación promovida por RES. Esa Red es , para mi, uno de los mas importantes espacios de creación de conocimientos en economía aplicada del mundo en desarrollo, y uno de los espacios más efectivos de interacción para los economistas de toda la región. RES ha sido además una rica cantera de profesionales y una plataforma para muchos economistas que ahora son líderes en el campo de la investigación y en la política pública. Es posible afirmar que un elemento esencial y fundamental para que RES haya tenido ese impacto tan importante en la región es la direccion firme, estrategica y entusiasta de Eduardo, ya sea en su role de deputy o de economista jefe. Va a ser muy difícil emular el impacto que el trabajo de Eduardo ha tenido en el conjunto de economistas de América latina. Sólo queda felicitar y agradecer a Eduardo por todo lo logrado hasta ahora. Y esperar expectantes los logros venideros.»

Jaime Saavedra

 

“Escribiendo estas líneas me doy cuenta de la primer gran diferencia entre Eduardo y yo. El escribe mejor y más rápido. Por supuesto, esta no es la única y tampoco la más importante. Ser una de las personas más productivas que he tenido el placer de conocer sólo refleja una de sus múltiple facetas interesantes. Su productividad ha sido acompañada por un incesante deseo de seguir aprendiendo, de participar de las discusiones del momento, y de apostar siempre a proveer respuestas a aquellos temas que han sido relevantes para la región a lo largo del tiempo. Él no puede definir bien en qué área trabaja. Mientras algunos son Macroeconomistas y otros hacemos Political Economy, él ha aportado en todos los frentes de la disciplina. Eso lo define mejor que cualquier otra etiqueta. La academia Latinoamericana le está agradecida.

Su labor para el Banco ha hecho crecer y fortalecer la institución. Su liderazgo en el Comité de Estudios y otras tantas iniciativas son sólo una muestra pequeña de una larga lista de éxitos, y de mucho esfuerzo.

Pero más allá de sus aportes a la profesión, a la Región, y al Banco, su gran aporte lo ha dado a quienes hemos tenido la fortuna de formar parte del equipo de RES durante la última década. Tanto desde la posición de Economista Jefe como de Principal Advisor, Eduardo ha generado las condiciones para que RES se desarrolle, dejando que cada uno de nosotros pudiese explotar al máximo su potencial. Con su ejemplo, él nos brindó un incansable respeto por el trabajo arduo y dedicado. Nos enseño que los horarios de las reuniones se cumplen y que no es necesario que sean largas para ser efectivas. Lo más importante, nos enseño que se puede trabajar incansablemente e igual tener una sonrisa a mano.

Yo no puedo olvidar también su confianza absoluta y su respaldo. Sin ella hubiera sido difícil volver a RES; sin ella hubiera sido imposible haber hecho tanto. Haber editado conmigo, un Argentino ignoto, un libro sobre su amada Colombia es una muestra más de su generosidad.

Al terminar con estas líneas me doy cuenta de que es mucho lo que tengo que aprender. A escribir como él, seria sólo el principio”.

Carlos Scartascini

 

“Ha sido un gran privilegio trabajar todos estos años bajo Eduardo Lora en RES. Sus contribuciones al conocimiento en la región –que van desde la medición rigurosa de las reformas estructurales hasta la importancia de las percepciones en la calidad de vida de la población— han sido muy importantes, y son bien conocidas por todos. Pero el rol que ha tenido Eduardo en RES va mucho mas allá de eso. Eduardo ha sido la constante, el trabajador incansable y entusiasta que, a través de los años y bajo diferentes administraciones,  fue  construyendo ese ambiente de trabajo tan especial que hace que vengamos contentos a trabajar todas las mañanas. Eduardo es un manager excepcional que lidera con su ejemplo, un mentor fuera de lo común que trabaja en forma permanente para contribuir al desarrollo profesional de todos los que trabajamos en RES. Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa. Seguiremos construyendo sobre lo que construiste”.

Ernesto Stein 

 

“Eduardo Lora es uno de los economistas latinoamericanos que mejor recorre el trayecto que va de la frontera teórica a la relevancia práctica. En sus propias investigaciones y en las investigaciones que ha liderado como team leader en el Departamento de Investigaciones del BID siempre ha encontrado la relevancia para la política económica y los problemas económicos latinoamericanos de diversas teorías económicas y sociales, así como siempre ha ido hacia las ideas mas novedosas y profundas a la hora de encarar los desafíos prácticos. En una época en la cual en algunos de nuestros países las discusiones sobre las políticas para el desarrollo son de un pobrísimo nivel, la voz de Eduardo Lora es y será una de las más lúcidas de América Latina”.

Mariano Tommasi