¿Dónde está la clase media?

Poco más de seis millones de chilenos recibió un salario durante el 2010. ¿Cuántos recibieron una remuneración mensual superior a los seis millones de pesos? Deténgase, por favor, no siga leyendo, responda primero, le aseguro que valdrá la pena. ¿Respondió? Bien, aquí viene la segunda pregunta. ¿Cuántos recibieron un salario mensual de al menos dos millones de pesos? Siempre de entre los seis millones de trabajadores. Y la tercera y última pregunta.  ¿Cuántos recibieron un salario de al menos un millón doscientos mil pesos?

Las respuestas son seis mil para la primera pregunta, cuarenta mil para la segunda y 125 mil para la tercera. De un total de seis millones de trabajadores. Es decir, el 0,1% de los asalariados tiene un sueldo mensual superior a los seis millones de pesos, un 0,7% un sueldo de al menos dos millones de pesos y un 2% un sueldo mensual de al menos un millón doscientos mil pesos.

Le hice las preguntas anteriores a varios colegas y amigos. Todos respondieron con estimaciones muy superiores a los valores verdaderos. Mi muestra no tuvo nada de aleatoria ni representativa, pero intuyo que el desconocimiento respecto de estos números es generalizado, incluyendo parte importante de nuestras autoridades. 

Detalles y precisiones

Si no le interesan los detalles técnicos puede saltarse esta sección y pasar a la siguiente, donde se discute las consecuencias de los números anteriores.

La fuente para las cifras anteriores es el Servicio de Impuestos Internos, La Tercera publicó las publicó el 20 de marzo. Corresponden al número de contribuyentes de impuesto de segunda categoría, es decir,  los impuestos por salarios que se descuentan del cheque que recibimos a fin de mes.

Existen otras fuentes de ingreso, entre ellas las utilidades de las empresas y los retornos de las inversiones financieras e inmobiliarias. Una vez que se incluyen todas las fuentes de ingresos, se tienen alrededor de ocho millones de chilenos  con algún tipo de ingreso. Consolidando el impuesto de segunda categoría con el global complementario, los porcentajes anteriores obviamente aumentan pero siguen siendo bajos. Los contribuyentes con ingresos consolidados mensuales por sobre los seis millones, los dos millones y el millón doscientos mil pesos son, respectivamente, 0,25%, 3% y el 7%.

Políticas para la “clase media”

Es frecuente que el gobierno y los parlamentarios invoquen a la clase media como la destinataria de sus esfuerzos. Reducción de impuestos para favorecer a la clase media, exenciones tributarias para hacer más llevadero el gasto en educación de la clase media, bajar el impuesto a las bencinas para darle un respiro a la clase media.

Nunca se precisa quiénes constituyen esa clase media que se desea beneficiar. Para responder esta pregunta conviene ordenar los chilenos que reciben ingresos de acuerdo a los montos recibidos. Un primer grupo reúne el uno por ciento de más altos ingresos, este es el percentil 1. Un segundo grupo reúne al uno por ciento que le sigue, este es el percentil 2. Y así sucesivamente hasta llegar al uno por ciento más pobre que es el percentil 100.

¿Dónde está la clase media que supuestamente se está beneficiando? ¿Son quienes están entre los percentiles 25 y 50? ¿O quienes están entre el percentil 10 y 25? Aunque la respuesta depende de la política en cuestión, en general la clase media invocada se sitúa en los diez percentiles más ricos. Dicho de otra forma, las políticas que supuestamente favorecen a la clase media típicamente favorecen al 10% más rico de los chilenos.

A modo de ejemplo, consideremos la reducción de impuestos personales que contempla la propuesta tributaria que el gobierno sigue afinando. La noticia ha salido tantas veces y en tantos medios, siempre con las mismas cifras, que probablemente será parte de la propuesta. Los cambios anunciados permiten concluir que todos los beneficiados de la reducción de impuestos  estarán entre el 7% de chilenos con mayores ingresos.

¿Por qué?

En nombre de la clase media se aprueban políticas que, en realidad, benefician a lo que, a todas luces, es la clase alta. ¿Por qué? ¿Por qué el gobierno y los parlamentarios frecuentemente gobiernan a espaladas de la mayoría de los chilenos?

Las explicaciones posibles son muchas y varias de ellas se complementan.

La ausencia de regulación de los lobistas de seguro es un factor, ya que facilita que grupos de interés presenten políticas que los favorecen como políticas pro clase media.

Un segundo factor es la opacidad en el financiamiento de la política que permite a parlamentarios con preferencias cercanas a sus financistas tener un acceso privilegiado a recursos para sus campañas haciendo más probable su elección. 

Un tercer factor es que los ciudadanos y las autoridades muchas veces desconocen cifras como las que se mencionan al comienzo de esta columna. Al momento de evaluar políticas es importante contar con información para saber a quiénes realmente benefician. Políticas que benefician a una pequeña minoría, toda dentro del diez por ciento más rico, no debieran contar con un apoyo mayoritario de los parlamentarios.

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