Más es mejor

Al mirar los índices educativos de la región observamos que, en promedio, en Latinoamérica hemos avanzado significativamente en términos de cobertura. Para la región, de acuerdo a cifras de la UNESCO tenemos una cobertura bruta en primaria cercana al 130% y en secundaria cercana al 90%. Esto nos ubica muy por encima de países del este de Europa, del sur este asiático y de África. Lastimosamente, los rezagos en calidad educativa son inmensos. De acuerdo a pruebas internacionales como TIMMS se estima que la brecha entre los puntajes obtenidos por estudiantes de países desarrollados vs. aquellos en desarrollo equivalen a casi 3 años de educación.

Estos rezagos educativos son preocupantes debido a la relación positiva que se ha encontrado entre la calidad de la educación y los salarios, la salud y el desarrollo económico de los países entre otros. No es sorprendente entonces que la atención de los economistas trabajando en temas de educación se ha concentrado durante los últimos años en mecanismos efectivos para mejorar los índices de calidad educativa. Se han estudiado aspectos como la reducción del ratio alumno profesor, la introducción de tecnologías de la información (TICs), incentivos a los docentes entre otros.

Creo que un tema que está un poco abandonado y que personalmente lo considero fundamental es el de la jornada escolar. No existe un consenso claro de cuál es la duración apropiada de un día escolar y esto ha implicado que la variación internacional a este respecto sea inmensa. Esto se evidencia claramente en el Gráfico 1. Por ejemplo, la diferencia entre el número de horas de instrucción entre el país con menos horas (Estonia) y el país con más horas de instrucción (Chile)  llega a 2,500! Esto equivale a un 25% de las horas de instrucción de Chile.

Gráfico 1: Total número de horas de instrucción en instituciones públicas para edades de 7-14 (2006)

 

Fuente: Source: OECD. Table D1.1. See Annex 3 for notes (www.oecd.org/edu/eag2008)

Que podemos decir los economistas al respecto? Revisando estudios que utilizan experimentos naturales o controlan de alguna forma por la endogeneidad al momento de la escogencia del colegio por parte de los padres los resultados de esta variable son positivos. Por ejemplo, Marcotte (2005) usando variaciones en la intensidad del invierno en Maryland encuentra que estudiantes que se vieron expuestos a inviernos fuertes en donde los días de clases eran suspendidos obtienen resultados significativamente menores en pruebas de conocimiento que aquellos que se vieron expuestos a inviernos más suaves. De manera similar, Pischke (2007) encuentra que una reducción en el año escolar aumenta la tasa de repitencia y disminuye las probabilidades de los alumnos de continuar en la educación superior.

Para Latinoamérica la evidencia sugiere también resultados positivos. Bellei (2009) y Cerdan-inafnte y Vermeersch (2007) encuentran que la jornada escolar completa de Chile y Uruguay tuvo efectos positivos en los resultados de los alumnos en exámenes de matemáticas y lenguaje respectivamente, aunque el impacto es pequeño.  Para Argentina Lach et al. (2009) encuentran resultados positivos en al tasa de graduación de secundaria. Para Colombia, dos estudios recientes de Garcia y Fernandez (2011) y Bonilla (2011) encuentran que mayor jornada escolar disminuye la deserción y aumenta de manera significativa los resultados en exámenes nacionales estandarizados respectivamente.

Para mi estos estudios muestran solo parte de los resultados positivos que una jornada escolar completa creo que generan. No se deben olvidar los impactos de días escolares completos en otras variables relevantes para el desarrollo como por ejemplo el embarazo adolescente (Kruger y Berthelon, 2009), el crimen (Jacob y  Lefgren, 2003) y la utilización del alcohol y las drogas. Evidencia a este respecto también se encuentra en trabajos como los de

Para el caso Colombiano considero que esto solucionaría significativamente muchos de estos problemas. Por ejemplo, revisando estadísticas nacionales encontramos que únicamente el 10% de los estudiantes que asisten a colegios públicos lo hacen en una jornada completa. Este porcentaje para estudiantes de instituciones privadas llega al 45%. Lastimosamente, aquellos estudiantes que mas necesitarían de jornadas completas son los que menos oportunidad de tenerla la tienen. A qué ambiente se exponen ellos cuando salen del colegio? Los estudiantes pertenecientes a familias más pobres después del colegio regresan a sus barrios y hogares y se enfrentan a las pandillas, las drogas, el embarazo adolescente y el alcohol entre otros. Mantenerlos más tiempo en el colegio no solo aumentaría su rendimiento académico sino que reduciría su exposición a estos riesgos.

Obviamente, los costos de políticas que aumenten la jornada escolar deben tenerse en cuenta y dependerán del contexto existente en cada país. Sin embargo, para el caso Colombiano, como lo muestra Bonilla (2011) aunque es un monto significativo seria algo alcanzable.

Referencias

Bellei , Cristián (2009) “Does lengthening the school day increase students’ academic achievement? Results from a natural experiment in Chile” Economics of Education Review,
forthcoming, available online 6 May 2009.

Bonilla, L. (2011) “Doble Jornada Escolar y calidad Educativa” Documentos de Trabajo sobre economía Regional. No 143.

Cerdan-Infantes, P. and C. Vermeersch (2007) “More Time Is Better: An Evaluation of the Full-Time School Program in Uruguay” World Bank Policy Research Working Paper 4167.

Jacob, Brian A. and Lars Lefgren. (2003)  «Are Idle Hands The Devil’s Workshop? Incapacitation, Concentration, And Juvenile Crime,» American Economic Review, Vol. 93(5,Dec), 1560-1577.

Kruger, Diane I.; Berthelon, Matias (2009). “Delaying the Bell: The Effects of Longer School Days on Adolescent Motherhood in Chile”, Discussion Paper, núm. 4553, Institute for the Study of Labor (IZA).

Marcotte, D. (2007) “Schooling and Test Scores: A Mother-Natural Experiment.” Economics of Education Review. v26(3), pp. 629-40.

Pischke, Jörn-Steffen (2007) «The Impact of Length of the School Year on Student Performance and Earnings: Evidence From the German Short School YearsEconomic Journal, Royal Economic Society, vol. 117(523), 1216-1242.