Anomalías Financieras y Economía del Comportamiento

Esto no se novedad: los problemas económicos son complejos por su naturaleza misma. Los agentes en cuestión, ya sean consumidores, inversores, empresas, gobiernos, etc., toman decisiones de características intertemporales en un contexto de incertidumbre. Intertemporales porque deben comparar los beneficios y costos de diferentes alternativas en distintos momentos del tiempo. Pero más complejo aun, el futuro es incierto y por lo tanto deben tener expectativas sobre los diferentes escenarios futuros. En este contexto, la teoría economía tradicional ha tenido que esforzarse para que sus predicciones estén en línea con los hechos. Cada vez que tiene dificultades para explicar ciertos eventos, o crisis financiera, o lo que sea, es vista como una oportunidad para zamarrearla y poner en tela de juicio su validez.

Los argumentos más batalladores los ha dado lo que se ha llamado “la economía del comportamiento” (EC). Este nuevo paradigma entiende que la economía tradicional se basa en supuestos brutalmente ingenuos sobre cómo se comportan los agentes económicos, que se suponen que son computadoras que computan con precisión costos y beneficios y que eligen egoístamente tratando de maximizar su satisfacción. Quienes se anotan el equipo EC dicen incorporar supuestos más realistas sobre el comportamiento individual que incorpora ingredientes psicológicos. Sexy, no hay dudas. Pero, sirve para algo? Es un avance? El plan para que lo resta es muy humilde. No es necesario que quien escribe presente argumentos a favor o en contra de esta acusación. Especialistas a quienes les sobran credenciales yo lo han hecho (donde un enriquecedor debate todavía continua, por suerte): por ejemplo, David Levine para un lado, mientras que Richard Thaler para el otro.

Mi objetivo, modesto como podrán ver en instantes, es describir las dificultades que he enfrentado al tratar de entender esta discusión y que ha surgido de mi propia agenda de investigación, mayormente llevada a cabo con mi amigo y coautor Pablo Beker. Básicamente hemos estado estudiando economías pobladas por agentes con creencias heterogéneas. La misión era reconciliar las predicciones de modelos tradicionales un poco tocaditos con dos fenómenos que son aparentemente inconsistentes con la teoría clásica; los precios de los activos exhiben “momentum” (MM, los precios están positivamente correlacionados en el corto plazo) y “long-term reversal” (LTR, los precios están negativamente correlacionados en el largo plazo). Se ha llegado tan lejos que incluso medios periodísticos dan por sentado que esto es una falla de los modelos tradicionales que requieren la utilización de componentes psicológicos (aquí).

 

1. La teoría, falla. Que teoría?

Empecemos por esto: que es la teoría tradicional racional? Discutir la precisión de la teoría económica moderna basado en lo que podemos aprender de libros de texto básico es muy peligroso porque allí los conceptos están simplificados (algunas vez solo demasiado, otras veces mal) para que pueden ser incorporados por los no especialistas. Entonces, el conjunto de predicciones que surgen desde los mismos son muy limitadas.

En muchas oportunidades los críticos de la teoría clásica parecen basarse en estas predicciones para afirmar que la misma falla. Por ejemplo, Barberis and Thaler escriben

«The traditional finance paradigm … seeks to understand financial markets using models in which agents are rational… This traditional framework is appealingly simple, and it would be very satisfying if its predictions were confirmed in the data. Unfortunately, after years of effort, it has become clear that basic facts about the aggregate stock market, the cross-section of average returns and individual trading behavior are not easily understood in this framework.»

Este tipo de afirmación tiene dos dificultades mayores. Primero, no hay ninguna prueba concreta de que esto sea cierto ni siquiera en los modelos mas simples a los que hacen referencia. Si bien pueden ser intuitivas, un montón de cosas que así nos parecen no son ciertas. Identificar que conjuntos de supuestos son necesarios para validar que esta afirmación sea parcialmente cierta puede llevar una cantidad no trivial de tiempo y esfuerzo, por lo menos para nosotros. Por otro lado, una vez que uno ha llevado adelante esa tarea monumental, comienza a resultar más que evidente que la afirmación es muy débil. Ciertos modelos basados en ciertos supuestos tradicionales, llevan a que sus predicciones no estén en línea con los datos. Sin embargo, la incorporación de otros supuestos que en la actualidad son estándar (por ejemplo, restricciones de crédito que surgen por la necesidad de proveer incentivos para hacer pagar a los deudores) realinean a las predicciones de los modelos tradicionales más sofisticados con los datos y hacen desaparecer estas anomalías.

2. Estrategia de la Economía del Comportamiento

EC propone incorporar componentes psicológicos que intenten explicar los hechos que aparentemente no han logrados explicar los modelos económicos tradicionales que suponen racionalidad de los individuos (quizás, vale aclarar,  de lo más extrema en ciertas oportunidades). En lo que respecta a las dos peculiaridades que exhiben ciertos precios de los activos, MM y  LTR, esta literatura ha tenido en general la siguiente idea como modus operandi (Barberis, N., A. Shleifer and R. Vishny, [1998]). Supongamos que los agentes son inicialmente pesimistas. Al observar una buena realización de dividendos, se vuelven sobre-optimistas y los precios siguen subiendo; esto genera MM. Luego, los agentes reconocen de alguna manera haber exagerado y entonces revisan para abajo sus pronósticos y logran que los precios de los activos, que inicialmente habían subido, bajen; esto genera LTR. Los autores en esta literatura han encontrado diversas maneras de construir supuestos para que esto suceda, pero al final del día esta es la estrategia que necesariamente deben seguir si quieren explicar los dos fenómenos a la vez.

Cuál es el problema con esto? Es fácil, es atractivo, tiene onda, etc. Todo esto es verdad, pero la estrategia en muchos casos se parece a responder una pregunta suponiendo la respuesta. O sea, no es que el modelo se disciplina para explicar estos hechos mencionados y se testea su validez en otras dimensiones. Simplemente se declara vencedor cuando explica los hechos para los que fue construido que reproduzca. Esto, a mi manera de entender, no sirve para progresar en economía.

 

  • Barberis, N. and R. Thaler (2003), «A Survey of Behavioral Finance,» Handbook of the Economics of Finance, Edited by G.M. Constantinides, M. Harris and R. Stulz, Elsevier Science B.V. pp. 1051 – 1121.
  • Barberis, N., A. Shleifer and R. Vishny, (1998), «A model of investor sentiment,» Journal of Financial Economics 49, 307-343.
  • Beker, P and E. Espino (2011), “A General Equilibrium Explanation for Financial Markets Anomalies: Belief Heterogeneity under Limited Enforceability”, Working Paper.
  • D. Levine (2011), “Neuroeconomics?”, Working Paper.